El Tren Maya, una de las obras insignia del sexenio, se perfila como un desastre financiero sin precedentes. Expertos advierten que el proyecto ya triplicó su presupuesto inicial y reporta pérdidas millonarias, generando apenas un peso por cada diez que necesita para operar.
Pese a su nula rentabilidad, el gobierno solicitará una nueva inyección de 30 mil millones de pesos para 2026, perpetuando lo que economistas califican como una “herencia maldita” para los contribuyentes. Analistas señalan que la falta de planeación y estudios de factibilidad son la causa de un sobrecosto que habría llevado a la quiebra a cualquier empresa privada, pero que se mantiene para sostener una narrativa política.
Un sobrecosto para México: el fracaso del Tren Maya
El Tren Maya se ha convertido en un pozo sin fondo para las finanzas públicas de México. Lo que se presentó como un proyecto de desarrollo regional es hoy, según especialistas, un “elefante blanco” que amenaza con seguir devorando el presupuesto nacional. Con los 45 mil millones de pesos asignados este año, la obra sumará un costo total de 574 mil millones de pesos, convirtiéndose en el proyecto de infraestructura más caro del país.
Este desbordamiento financiero, que ya triplica la cifra original, es una carga que el erario seguirá pagando. Para el año 2026, se ha solicitado una nueva partida de 30 mil millones de pesos.
Jorge Smeke, académico de la Universidad Iberoamericana, pone en perspectiva la magnitud del problema: “Un sobrecosto de este tipo para cualquier particular significaría la quiebra y la pérdida de su dinero. En este caso, ¿a quién le asignamos la responsabilidad? Simplemente, no lo hay, es el tema del gobierno haciendo obras que no les corresponderían”.
El capricho más caro del sexenio pasado… y el más ineficiente. El #TrenMaya sigue generando pérdidas millonarias.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) August 20, 2025
Con sus vagones vacíos y sus estaciones a medio construir, genera una pérdida diaria de 37 millones de pesos.
Entre pérdidas y sobrecostos, esta obra faraónica… pic.twitter.com/XBx8Fehwdr
Números rojos: Un Tren que no es autosuficiente
La operación del tren confirma los peores pronósticos. Lejos de ser un proyecto rentable, este año ya acumula pérdidas por 2 mil millones de pesos. La razón es simple: no genera los ingresos necesarios para sostenerse. Actualmente, el Tren Maya solo produce 1 peso por cada 10 que requiere para su mantenimiento y operación, una cifra alarmante que lo hace completamente dependiente de los subsidios.
Para Israel Macías, economista de la Universidad Panamericana, el origen del fracaso es claro: “Nació sin un estudio de factibilidad, de rentabilidad, ningún tipo de proyección y lo que se está viendo es eso, cuando las cosas se hacen sin planeación regularmente ocurren este tipo de desastres”.
Una “herencia maldita” por narrativa política
A pesar de las cifras, el gobierno continuará inyectando capital para mantener el tren a flote. Según Macías, la obra cumple una función política, no económica. “Se va a seguir autorizando dinero para que el tren no se caiga a pedazos, aunque su rentabilidad esté generando valores negativos”, afirma el economista.
La justificación concluye, es mantener el discurso oficialista. “Le funciona a este gobierno porque le ayuda a mantener la narrativa de que es una gran obra, aunque en los números sea un desastre y también le ayuda a no quedar mal con toda esta herencia lopezobradorista”. Así, esta “herencia maldita” seguirá costando miles de millones a los contribuyentes en los próximos años.