A cuatro años y medio de que los servidores públicos iniciaran una serie de anuncios sobre la gestación de la vacuna Patria completamente desarrollada en el país, el panorama actual en materia de salud pública pone de manifiesto un significativo desfase.

La vacuna Patria sigue en incertidumbre, a más de 1650 días de su anuncio inicial

Han transcurrido más de 1650 días desde la comunicación inicial, en la que se aseguraba que, con un desarrollo favorable, el fármaco estaría disponible para el cierre de aquel año. Sin embargo, la realidad ha obligado al gobierno a recurrir nuevamente a la importación.

El arranque de la campaña de inmunización destinada a combatir la temporada invernal ya está en curso, y el ejecutivo federal ha notificado que se utilizarán productos de dos laboratorios internacionales para enfrentar la nueva mutación viral que circula en la población. Del proyecto de desarrollo doméstico, conocido como Patria, el silencio y la incertidumbre persisten.

El pasado 21 de octubre, el titular de la dependencia de salud se unió a la larga lista de funcionarios que, a lo largo de los últimos cuatro años y medio, han ofrecido expectativas de entrega que no han logrado materializarse.

Más de mil millones de pesos han sido invertidos en un desarrollo que aún no se concretiza

La vacuna Patria, cuya concepción y desarrollo se realizaron en el contexto de la emergencia sanitaria global provocada por el Covid-19, continúa en la búsqueda de la aprobación sanitaria requerida. Actualmente, el proyecto está intentando superar las evaluaciones necesarias ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para obtener su registro oficial y poder ser distribuida.

La inversión destinada al desarrollo de este inmunizante de origen mexicano ya ha rebasado la cifra de mil millones de pesos. A pesar del cuantioso gasto y el tiempo transcurrido, el fármaco permanece en una categoría de “casi listo”.

No obstante, se ha emitido un nuevo pronunciamiento que abre la puerta a otras posibilidades de uso, sugiriendo que el desarrollo podría ser adaptable para combatir otras patologías, mencionando específicamente la fiebre amarilla. Esta mención resulta irónica, ya que es necesario recordar que la transmisión de la fiebre amarilla está erradicada en el territorio nacional desde el año 1923.

La persistencia del proyecto es innegable. La propia narrativa gubernamental ha intentado destacar el esfuerzo tecnológico detrás del desarrollo, asegurando que el programa Patria representa una hazaña lograda en dos años y medio.

Vacuna Patria: Siempre en su “recta final”

Las declaraciones de los distintos responsables se han centrado repetidamente en que el proyecto se encuentra en la recta final. En el pasado, ya se había generado una gran expectativa, como la del 15 de febrero, cuando existía la esperanza de que la producción del fármaco iniciara tras recibir una opinión unánime favorable.

Actualmente, la respuesta oficial ante cualquier pregunta sobre el estatus del inmunizante es consistente: se afirma que la vacuna está transitando la fase tres del ensayo clínico, la etapa conclusiva.

Los mismos funcionarios han declarado que, con los datos de esta etapa final siendo exitosos, el país ya contaría con la vacuna Patria disponible como un refuerzo. Sin embargo, mientras se esperan los resultados definitivos, la pregunta sobre si el fármaco desarrollado en el país finalmente será una realidad para la protección contra el virus del Covid-19 permanece sin una respuesta clara.