El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, denunció que en México existe un clima de “terrorismo fiscal” ejercido por el gobierno federal y los gobiernos emanados de Morena, al considerar que están persiguiendo a empresarios y contribuyentes con el objetivo de obtener más recursos públicos de los que permiten las leyes.
Durante declaraciones a medios de comunicación, Moreno aseguró que la administración federal busca recaudar más impuestos de manera excesiva, afectando la actividad económica y la confianza de los inversionistas.
“Hay un terrorismo fiscal, están persiguiendo a todo mundo, a las empresas y a los contribuyentes, porque no tienen dinero y están buscando hacerse de recursos”, afirmó.
PRI critica la política económica y acusa falta de recursos públicos
El líder priista atribuyó esta presunta persecución a la falta de planeación y el mal manejo de los recursos públicos por parte de los gobiernos morenistas, lo que —según dijo— ha generado un estancamiento económico y una dependencia de la recaudación forzada.
Moreno señaló que la actual política económica ha provocado incertidumbre en el sector privado, desincentivando la inversión y afectando la generación de empleos.
“Los gobiernos de Morena se están quedando sin dinero por sus malas administraciones y por el estancamiento de la economía”, insistió.
El también diputado federal reiteró que el PRI seguirá denunciando lo que calificó como una estrategia de presión fiscal hacia empresas y trabajadores. “Hay que denunciar todos los días y no tener miedo”, enfatizó.
Gobierno debe fomentar inversión, no miedo: Alito Moreno contra el “terrorismo fiscal”
El dirigente tricolor exhortó al gobierno federal a fomentar un ambiente de confianza que incentive la inversión y el crecimiento económico, en lugar de “asfixiar” al sector productivo con auditorías y cobros fuera de lo establecido por la ley.
“México necesita certidumbre, inversión y apoyo a las empresas, no persecución ni miedo”, concluyó Alito Moreno, al insistir en que el país requiere una política económica que promueva la productividad y no una que base sus ingresos en la presión a los contribuyentes.