A cuatro décadas del sismo del 19S, los vecinos recuerdan con detalle los segundos aterradores durante el temblor que derrumbó 411 edificios y cambió la vida en la ciudad para siempre. Entre la confusión y el miedo, emergen relaciones de supervivencia, pérdida y una esperanza incansable de encontrar a los desaparecidos. En Fuerza Informativa Azteca (FIA) testimonios inéditos que revelan cómo fue vivir ese 19 de septiembre de 1985 y la tragedia que marcó a México.
A 40 años del 19S: momentos claves del derrumbe en el temblor
El 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 de la mañana, inició un sismo devastador que duró entre 40 y 45 segundos, demolió cientos de edificios y marcó para siempre a quienes vivieron ese día. “Era la muerte, era la muerte”, describió los sobrevivientes que vieron cómo colapsaban más de 760 construcciones, de las cuales 411 se vinieron abajo por completo. “Todo está derrumbado, toda esta arteria, toda esta zona”, mencionan.
El 19S queda grabado como un día donde la ciudad se transformó en escombros, con familias atrapadas y escenas dramáticas que aún se recuerdan con horror y tristeza.
Relatos conmovedores del 19S y la lucha por sobrevivir
En medio de la tragedia, varios vecinos narran sus intentos desesperados por proteger a sus seres queridos. “Mi mamá salió corriendo con mi hermana de tres meses, mientras yo trataba de salir del sillón”, cuenta un testigo. Otros vivieron momentos aterradores frente a las escaleras y muros cayendo: “Ya no había salvación, ya no había nada”.
Los ruidos de los muros cayendo y el polvo que llenó todo formaron el oscuro recuerdo que marca el 19S en la memoria colectiva. “Todavía los traes grabados, no se te olvidan”, reflexionan.
La búsqueda incansable tras el 19S, ¿cómo podemos prepararnos?
Después del derrumbe, las familias comenzaron una búsqueda desesperada en hospitales y delegaciones para encontrar a sus desaparecidos. “Buscábamos identificar un reloj, un anillo, cualquier señal”, explican, en una ciudad casi irreconocible, “como si la tierra se los hubiera tragado”.
A 40 años del 19S, muchos siguen asistiendo a misas y manteniendo la esperanza de reencontrarse con sus seres queridos o al menos tener respuestas sobre su destino. “Sería muy bonito volverlos a ver”, concluyen los familiares con tristeza y esperanza.