Un joven de 19 años, identificado como Kevin Díaz, se encuentra hospitalizado en el Hospital General de Petróleos Mexicanos tras ser víctima de la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa. La tragedia lo alcanzó cuando se encontraba en el lugar y momento equivocados, mientras se dirigía a la empresa donde trabaja a bordo de una camioneta de la compañía.

Kevin Díaz sufre quemaduras graves por la explosión de una pipa mientras trabajaba

En medio de las llamas, Kevin, gravemente herido, logró tomar su teléfono para llamar a su madre, Coral Montesdeoca: “Mamá, ayúdame, chocaron, explotó algo. Estoy todo quemado”. Este angustioso llamado fue la primera señal de la magnitud del desastre, una realidad que su madre tardó en asimilar.

Una semana después del incidente, Kevin lucha por su recuperación en una sala de cirugía plástica, donde ha comenzado a ser valorado para una serie de procedimientos de reconstrucción.

Las quemaduras cubren una gran parte de su cuerpo, incluyendo el rostro, los brazos, las manos y la espalda baja, lesiones que le han dejado con un dolor tan severo que las curaciones le provocan llanto.

Su madre clama por apoyo médico y legal tras el accidente que lo dejó desamparado

Su madre describe el cuidado como desgarrador y confiesa que nunca imaginó la gravedad de las heridas, pensando inicialmente que se trataba de un simple accidente automovilístico. A pesar de su terrible estado, la familia reconoce que su situación podría haber sido peor, al considerar que otras víctimas del mismo suceso lamentablemente perdieron la vida.

La familia de Kevin ha enfrentado esta pesadilla en total desamparo. La empresa en la que labora el joven, y que era dueña del vehículo, no ha establecido contacto ni ha brindado asistencia alguna.

Del mismo modo, no han recibido ningún acercamiento por parte del propietario de la pipa responsable de la explosión. La madre de Kevin se ha visto obligada a suspender su trabajo, al igual que otros miembros de la familia, para dedicarse por completo al cuidado de su hijo. Esta dedicación ha generado una gran carga financiera y emocional.

La familia enfrenta una dura batalla emocional y financiera mientras Kevin lucha por recuperarse

Coral Montesdeoca, madre del joven, ha hecho un llamado público para que no dejen a las víctimas solas y para que el gobierno brinde asesoría en la atención médica y legal, especialmente porque la empresa de su hijo ha expresado una intención de acercamiento.

La situación es aún más difícil, ya que Kevin es padre de un bebé de tan solo ocho meses, quien ha estado inusualmente inquieto y enfermó por haber esperado afuera del hospital durante varios días.

La familia entera vive con la agonía de presenciar el sufrimiento de Kevin, reviviendo constantemente el trauma del accidente. El joven recuerda perfectamente cada detalle, desde que el conductor le pidió que bajara del vehículo hasta el momento en que vio la nube blanca y sintió la ola de calor que lo consumía, logrando apenas correr unos cuantos pasos.