Los huracanes pueden traer lluvias a zonas fuertemente afectadas por las sequías, pero también es posible que generen graves daños a casas, edificios y carreteras, así como pérdidas humanas.
No obstante, una región en especial no sufre de estos fenómenos naturales. Se trata del ecuador, en la zona del país del mismo nombre de América del Sur. La razón por la que sucede esto es debido al efecto Coriolis.
¿Qué es y en qué consiste el efecto Coriolis?
El efecto Coriolis es una consecuencia de la rotación de la Tierra sobre su eje. Este fenómeno fue descrito por el matemático y físico francés Gaspard Gustave Coriolis en 1836.
El efecto Coriolis provoca que los objetos en movimiento sobre la superficie terrestre se desvíen de su trayectoria original. En el hemisferio norte, esta desviación ocurre hacia la derecha, mientras que en el hemisferio sur, se produce hacia la izquierda.
No obstante, la magnitud del efecto Coriolis varía según la latitud: es más fuerte cerca de los polos y prácticamente inexistente en el ecuador, es decir, en la línea que divide en dos hemisferios, norte y sur, a nuestro planeta.
Esto se debe a que la velocidad de rotación de la Tierra es máxima en el ecuador (aproximadamente mil 600 kilómetros por hora) y disminuye a cero en los polos. Por lo tanto, mientras más cerca se esté del ecuador, menor será la influencia del efecto Coriolis sobre los sistemas meteorológicos.
¿Cómo es el efecto Coriolis en el Ecuador?
En la zona del ecuador, el efecto Coriolis es prácticamente nulo, explica la Universidad de Vigo . Esto significa que no hay una desviación significativa en las trayectorias del viento o de las corrientes oceánicas que podrían dar lugar a la formación de huracanes.
Los huracanes requieren una rotación significativa para desarrollarse, lo cual está relacionado con el efecto Coriolis que actúa sobre grandes masas de aire. En regiones donde esta fuerza es débil o inexistente, como es el caso del ecuador, no se pueden formar estos fenómenos meteorológicos.
Además, las condiciones atmosféricas en el país de Ecuador son afectadas por otros factores climáticos y geográficos. La interacción entre las corrientes cálidas y frías, junto con la orografía del país, también contribuye a un clima diferente al de las regiones donde sí se forman huracanes.
Debido a ello, aunque Ecuador experimenta tormentas tropicales y otros fenómenos climáticos severos, no se ven afectados por huracanes debido a la falta del efecto Coriolis.
