La madrugada del 1 de enero de 2022, mientras muchas familias celebraban el Año Nuevo, Daniela Itzel murió de forma violenta y en medio de dudas. La versión oficial asegura que la joven se quitó la vida durante una fiesta en la CDMX; sin embargo, su madre, Ana Lilia Torres, sostiene que las lesiones que presentaba su hija no corresponden a un suicidio y denuncia una cadena de irregularidades en la investigación que, a tres años y siete meses, aún no se resuelve.
Ante esta delicada situación, en entrevista en Hechos AM con Otoniel Martínez, Vaitiare Mateos y Leo Arriaga; Ana Lilia Torres narró cómo este trágico fallecimiento sigue sin resolverse, por lo que hace un llamado urgente a las autoridades para esclarecer los hechos.
Las dudas que rodean la versión oficial de un presunto suicidio
Ana Lilia recuerda que pasaron 14 horas antes de que le avisaran del fallecimiento de su hija, bajo el argumento de que, por protocolo, la Fiscalía debía dejar dormir ocho horas a los asistentes de la reunión debido a su estado de ebriedad.
Cuando finalmente llegó al Instituto de Ciencias Forenses, observó una herida profunda que iba de una oreja a la otra y dejaba ver la tráquea, algo que le hizo dudar de inmediato de la versión de que Daniela se había arrojado de un sexto piso.
En su relato, señala que desde el inicio pidió las grabaciones de las cámaras de seguridad y el rastreo del celular de su hija, pero la respuesta fue que “no era relevante”.
“Para mí sí es importante saber dónde está el celular de mi hija; forma parte de la investigación. El PDI a cargo del caso me dijo que el teléfono no era relevante; yo lo di de baja y de ahí me enteré de que lo prendieron el 2, 3 y 20 de enero, cuando mi hija ya no estaba”, explicó.
Meses después, se enteró de que las cámaras nunca fueron solicitadas y que el teléfono se encendió en varias fechas posteriores a la muerte, sin que esto generara acciones por parte de los investigadores.
Daniela Itzel, quien festejaba el Año Nuevo con su novio, falleció el 1 de enero de 2022.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) August 11, 2025
Su familia fue notificada de un suicidio, pero las lesiones encontradas no coinciden con tal versión.
Su madre, Ana Lilia Torres, exige se esclarezca el caso que ella considera un… pic.twitter.com/OZ7cc7vBAE
Declaraciones de testigos generan más dudas
Vecinos del edificio mencionaron haber escuchado una fuerte discusión en el departamento antes de que se reportara la caída de una mujer, pero posteriormente se negaron a declarar.
Para Ana Lilia, ese silencio, sumado a la pérdida de pruebas clave, forma parte de un patrón de omisiones que ha impedido esclarecer el caso.
Ante la falta de avances, la madre decidió contratar a un abogado y a un perito particular. Los estudios independientes, incluyendo un análisis virtual con más de 3 mil 500 simulaciones, concluyeron que las lesiones no corresponden a una precipitación y que el cuerpo de Daniela no impactó en la calle, sino en un primer piso, descartando así la hipótesis oficial de suicidio.
“Mi hija no cayó al vacío, sino que su cuerpo quedó en el primer piso”, explicó la afectada.
Ana Lilia ha participado en marchas, colectivos y protestas cada 8 de marzo, visibilizando no sólo el caso de su hija, sino el de muchas otras mujeres víctimas de violencia en un país donde, según cifras oficiales, 11 mujeres son asesinadas diariamente. “Mi vida se acabó, éramos tres: mi hija, mi hijo y yo. La verdad la sé, pero la justicia no llega”, afirmó con la voz quebrada.
Mientras la carpeta sigue abierta, su madre no deja de alzar la voz, convencida de que el silencio y la inacción son cómplices de la violencia que se cobra vidas y destroza familias.
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