Reynalda Martínez Porfirio, mujer indígena mixe originaria de Santiago Atitlán, Oaxaca, enfrenta un caso de despojo y violencia tras la muerte de su esposo. Sin hablar español ni haber terminado la primaria, fue expulsada de su hogar y despojada de sus tierras bajo el argumento de no tener hijos, conforme a los “usos y costumbres” locales.

Su batalla por justicia expone las graves barreras que enfrentan las mujeres indígenas para acceder al sistema legal mexicano. Expertos y activistas denuncian la invisibilización y discriminación estructural que sufren. En su lucha, Reynalda recibe apoyo legal y exige que se investigue este caso emblemático de vulneración de derechos humanos.

Caso Reynalda Martínez: violencia y exclusión bajo sistemas de “usos y costumbres” en Oaxaca

Reynalda Martínez Porfirio, mujer indígena Mixe de la Sierra Norte de Oaxaca, atraviesa una dolorosa experiencia tras la muerte de su esposo. Originaria de Santiago Atitlán Mixes, fue víctima de despojo por parte de sus suegros, quienes la expulsaron de su hogar y le arrebataron su casa, además de un cafetal que ella misma había comprado, junto con todas sus pertenencias.

Según José Pablo Antonio, abogado de Reynalda, “el motivo se lee textualmente que porque ella no pudo tener hijos, si hubiera tenido hijos, se podría quedar con la casa con la parcela”. Esta situación está amparada en las tradiciones locales que niegan derechos a mujeres sin descendencia.

Invisibilización y negación de derechos para mujeres indígenas

La activista y presidenta de la Fundación Eufrosina, Eufrosina Cruz Mendoza, denuncia que “amparada esa violencia en la costumbre de decir: porque no tuviste hijos, no tienes a quien heredar, no eres dueña, eres invisibilizada, te borran. ¿Y por qué no tuvo hijos, entonces no es mujer?”.

Reynalda, que no habla español y no terminó la primaria, se enfrenta a un sistema de justicia construido ajeno a sus condiciones y cultura. Los costos económicos y las barreras idiomáticas también dificultan su acceso a la defensa legal. “Mil pesos de ida, mil pesos de venida y si no hablas el idioma español ahí andan mendigando justicia a su país”, explica Eufrosina Cruz.

Obstáculos legales y falta de apoyo en Oaxaca

Al llegar a la capital oaxaqueña, Reynalda encontró una autoridad indiferente que le impuso múltiples condiciones para aceptar su denuncia: “Necesitas un abogado, necesitas un traductor, no puedo recibirte así”, señala su abogado.

Hoy, gracias al apoyo de abogados de una asociación defensora de derechos humanos, Reynalda continúa su lucha para que su caso sea investigado y para romper con las barreras estructurales que enfrentan las mujeres indígenas en México. Como dice Eufrosina Cruz: “Ese es el sistema de justicia que se enfrentan las mujeres indígenas, todavía falta mucho”.

Reynalda pide justicia, representación y que se reconozcan sus derechos fundamentales, reflejando la lucha de muchas mujeres indígenas que permanecen invisibilizadas y desprotegidas.