La tormenta que azotó Huehuetla, Hidalgo, hace más de un mes dejó una huella imborrable en esta comunidad. La creciente del río Pantepec rompió muros, techos y arrasó con casas enteras, dejando a muchas familias en condiciones precarias, casi a la intemperie.

Rodrigo Vigueras, uno de los afectados, describió a Fuerza Informativa Azteca (FIA) la magnitud del desastre: “Estuvo horrible. Tengo 72 años aquí viviendo y nunca había visto una creciente como esta que acaba de pasar”. En su testimonio explica que ahora sobrevive con su esposa cubriendo lo que queda de su vivienda con plástico, pues no tienen muros, puertas ni techo.

La destrucción que no fue causada por huracán ni temblor

A diferencia de otros desastres en el país, en Huehuetla no hubo huracán ni terremoto que causara tal daño. La devastación llegó tras las lluvias y el desbordamiento del río Pantepec, dejando una escena de casas derrumbadas, calles llenas de lodo y agua estancada que ha adquirido un tono verdoso en la colonia Aztlán.

Isabel Vigueras, también damnificada, declaró que “No tenemos casa, no tenemos agua, no tenemos luz, no tenemos drenaje, no contamos con absolutamente nada”. La falta de servicios básicos y el deterioro sanitario provocan el surgimiento de enfermedades, mientras la clínica local permanece inoperante desde hace dos años.

La falta de ayuda y reconocimiento oficial agudiza la crisis

A pesar de la gravedad de los daños, muchos afectados no fueron contabilizados oficialmente. Isabel explicó que los funcionarios “no quisieron anotarnos, porque algunos no teníamos credenciales. Yo les comentaba a los servidores (de la nación) no podemos entregar credenciales porque se lo llevó el agua. Prácticamente no tenemos acta, ni CURP”.

Las escuelas permanecen en ruinas con lodo acumulado y las carreteras presentan derrumbes que limitan el tránsito a un solo carril. Reyna Sevilla, otra vecina, hizo un llamado humanitario: “Que ya no vean los colores, que vean lo humanitario, lo que necesitamos como comunidad, como personas, porque no sólo es aquí. Por cuestiones de colores, de partidos, pues nos dejan abajo”.