El miércoles 23 de julio, fue detenido Jaime Gómez en Jalisco, un personaje poco conocido públicamente, pero con una trayectoria larga dentro de las instituciones de seguridad en Tabasco. La noticia llamó la atención no solo por su arresto, sino porque fue capturado junto a Ulises Pinto Madera, alias “El Mamado”, señalado como el segundo al mando del grupo criminal conocido como La Barredora.
Ambos comparten algo más que el presente: un pasado en la policía. De hecho, Jaime Gómez fue durante años escolta de altos funcionarios dentro de la Fiscalía General del Estado de Tabasco. Su carrera se tejió entre pasillos de poder, armas cortas y la cercanía con quienes tomaban decisiones clave en uno de los estados más golpeados por la violencia en el sureste mexicano.
Jaime Gómez, custodio de fiscales… y luego sospechoso de crimen organizado
Gómez comenzó su carrera como parte del equipo de seguridad de Carlos Santiago Hernández, subprocurador de Alto Impacto durante el gobierno de Andrés Granier (2006-2012), un sexenio marcado por la violencia, el crimen organizado y casos de corrupción. Después fue custodio de Juan Sibajas, vicefiscal de Derechos Humanos, y más adelante sirvió al fiscal Fernando Valenzuela Pernas, designado por Arturo Núñez.
En 2022, Gómez volvió a ocupar un cargo relevante como jefe de escoltas del fiscal Nicolás Bautista Ovando, bajo la administración de Adán Augusto López. Permaneció ahí hasta 2024, cuando Bautista fue removido del cargo por el actual gobernador.
Pese a su paso por las más altas esferas de seguridad, Gómez arrastraba vínculos con grupos internos altamente cuestionados, como el desaparecido Grupo de Operaciones Especiales de la Policía de Investigación, eliminado del organigrama por señalamientos de corrupción.
Lo que se sabe de la captura de Jaime Gómez
La detención de Gómez y Pinto Madera está relacionada con el atentado del 22 de diciembre de 2023 en el fraccionamiento Campestre, en Tabasco. Según fuentes extraoficiales, ambos habrían participado en un intento de asesinato contra Hernán Bermúdez Requena, alias “El H”, entonces jefe de la Policía estatal.
El móvil del ataque estaría vinculado con disputas de liderazgo criminal y el control de actividades ilícitas como el robo de combustible, tráfico de drogas y trata de personas.
Las autoridades hallaron también el nexo directo de ambos exagentes con el grupo La Barredora, célula delictiva que opera en Tabasco y otras entidades del país.
Violencia infiltrada en Tabasco: cuando el crimen toca las instituciones
La historia de Jaime Gómez expone una de las mayores preocupaciones en el país: la infiltración del crimen organizado en cuerpos de seguridad. Hombres que en su momento custodiaron a fiscales, se ven ahora tras las rejas, acusados de formar parte de las estructuras criminales que alguna vez debieron combatir.