El Congreso de la Ciudad de México (CDMX) aprobó, con 61 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones el dictamen que establece las corridas de toros sin violencia. En la discusión que se llevó a cabo este martes 18 de marzo, manifestantes a favor de las corridas de toros se enfrentaron a policías que resguardaban el recinto.
Desde muy temprano, a las puertas del recinto de Donceles y Allende se reunieron decenas de taurinos para exigir ser escuchados por los legisladores y tener una ciudad libre de prohibiciones. Ganaderos, rejoneadores, comerciantes, matadores, todos se unieron en una sola voz; sin embargo, ya esperaban lo peor.
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— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 18, 2025
Continúa tensa la situación afuera del @Congreso_CdMex
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¿Qué cambia con la reforma aprobada por el Congreso capitalino?
La propuesta incluye puntos como:
- Se prohíbe cualquier objeto punzante que cause daño a los toros.
- Protección de los cuernos: los cuernos de los toros deben estar protegidos para evitar lesiones.
- Se elimina el derramamiento de sangre y la muerte del animal.
- Solo se permitirán capa y capote en la plaza.
- Concluido el espectáculo, el toro regresa a su ganadería
- La corrida durará máximo 10 minutos
La propuesta fue aprobada y enviada a la jefatura de gobierno para después publicarla en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México. Esto, a pesar de que taurinos advierten que acabará con 40 mil empleos directos, 120 mil indirectos y tendrán que ser sacrificadas alrededor de 140 mil cabezas de ganado.
Sector taurino de la CDMX se manifiesta en contra de la aprobación
Los aficionados al toreo, incluidos ganaderos, rejoneadores, comerciantes y matadores, se han manifestado en contra de la decisión, argumentando que se trata de una prohibición encubierta que amenaza con desaparecer una tradición de 500 años.
Salvador Arias, presidente de la Fundación de Cultura Taurina, Rodolfo Gaona y miembro del Comité Jurídico de Tauromaquia Mexicana, menciona: “Se está prohibiendo, en realidad, para inventar un espectáculo que nada tiene que ver con la tauromaquia. Eso, bueno, pues lo tenemos que llevar a los tribunales, hacer ver que sí se trata de una prohibición y reclamar nuestro derecho cultural”.