El déficit de recursos en las universidades públicas del país amenaza con frenar la expansión de la cobertura educativa y con precarizar aún más las condiciones de miles de docentes.

Esa fue la advertencia que lanzaron rectores de distintas instituciones al presentarse este lunes en la Cámara de Diputados, donde exigieron mayores asignaciones para 2026 y denunciaron que los gobiernos estatales no han cumplido con las aportaciones que les corresponden.

Universidades con recursos al límite

Norma Liliana Galván Meza, rectora de la Universidad Autónoma de Nayarit, explicó que casi todo el presupuesto que reciben —97 por ciento— se destina a pagar nómina, lo que deja poco espacio para operar, modernizar instalaciones o invertir en bibliotecas y material didáctico.

Aun así, recordó que las universidades han incrementado matrícula y cobertura, al tiempo que fortalecen la transparencia y rendición de cuentas.

Estados incumplen con aportaciones

El rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Alejandro Javier Zermeño, detalló que entre 2019 y 2024 los estados dejaron de entregar a las universidades 10 mil 600 millones de pesos.

Solo en 2024, ocho instituciones se quedaron sin 909 millones de pesos, lo que ha dificultado su operación. Recordó que sin una apuesta firme en educación, el crecimiento económico y social del país se verá comprometido.

¿Qué zona de México tiene menos cobertura en educación superior?

Oswaldo Chacón Rojas, rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, llamó la atención sobre la baja cobertura en educación superior: México apenas alcanza un 45 por ciento, cifra inferior a la de países como Argentina, Chile o Colombia.

En entidades del sur como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, el promedio apenas rebasa el 20 por ciento. Advirtió que, sin recursos adicionales, será imposible cumplir la meta gubernamental de alcanzar el 55 por ciento en 2030.

Además, recordó la situación laboral de más de 13 mil docentes que trabajan sin respaldo de convenios financieros y de otros 50 mil contratados por hora, quienes no cuentan con certeza laboral pero resultan indispensables para cubrir la demanda educativa.