La Secretaría de Salud federal asegura un abasto de medicamentos del 97%, pero simultáneamente publica una lista de casi 30 empresas a las que acusa de incumplir con las entregas. En respuesta, líderes de la industria farmacéutica revelan una deuda gubernamental que asciende a 14 mil millones de pesos y señalan incongruencias en los datos oficiales.

Mientras el gobierno busca culpables, las farmacéuticas afirman que han cumplido y exponen los complejos retos logísticos que enfrentan. En medio de esta guerra de declaraciones, la pregunta clave sigue sin respuesta: ¿quién es el verdadero responsable del desabasto que afecta a millones de pacientes en México?

La contradicción: Abasto del 97% y una lista de incumplidos

En una controvertida declaración, la Secretaría de Salud federal ha señalado a cerca de 30 empresas por supuestos retrasos en la entrega de medicamentos y material médico. Esta acción contrasta fuertemente con las cifras que la misma dependencia presume, donde se afirma que el abasto en hospitales y clínicas del país se encuentra en un 97%.

Esta aparente incongruencia ha generado escepticismo en el sector farmacéutico. “Son datos que no se ve mucha congruencia, pero mira, importante es que estamos fabricando, estamos entregando”, declaró Juan de Villafranca, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), subrayando que la producción y distribución no se han detenido.

La respuesta de la industria: Deuda millonaria y retos logísticos

Lejos de aceptar la culpa, tanto la Amelaf como la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) aseguran que han cumplido con sus compromisos a pesar de un significativo adeudo por parte del gobierno. “El 80 por ciento, o quizás un poco más, corresponde a adeudos de 2023, 2024 e inclusive 2025”, precisó Rafael Gual, director general de Canifarma, estimando la deuda total en cerca de 14 mil millones de pesos.

Además, Gual advierte que la lista de señalados es engañosa. “Hay escasamente 8 compañías farmacéuticas, verdaderamente industria farmacéutica, en este gran listado”, indicando que muchas de las empresas no son laboratorios consolidados.

Un ejemplo es Abastecedora Higiénica de Sonora, a la que se le exigió la entrega inmediata de 2.4 millones de tubos de ensayo, un plazo logísticamente imposible. “Un fabricante internacional tarda entre 30 y 45 días para tener lista la mercancía y la mercancía empieza a llegar a tus almacenes al tercer mes”, explicó Julio César Pablos Ruiz, director de la empresa.

Después de siete años, mientras el gobierno busca un nuevo villano, el desabasto continúa siendo una realidad dolorosa para millas de pacientes que siguen sufriendo las consecuencias.