El pasado 29 de noviembre, el Congreso de la Ciudad de México modificó el artículo 6 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en el cual se agrega la definición de Violencia Vicaria.
¿Y qué es este tipo de agresión?
Es cuando la pareja, expareja o familiar de una mujer la agrede a través de sus bienes, mascotas o familiares, que por lo general, son los hijos de la víctima. Este último caso es el más común dentro de la violencia vicaria.
Algunos casos
Mujeres que vieron por última vez a sus hijos cuando los fueron a dejar a la escuela porque el papá se los llevó a la salida; madres que aún teniendo la custodia, perdieron a sus pequeños el fin de semana que les tocaba estar con su papá; niños que son manipulados por el padre para que agredan u odien a su mamá; son algunas situaciones que día a día se viven en México, y que muchas veces desconocemos o quedan minimizadas ante tipos de violencia más vistosos, como la física, por ejemplo.
Hombre, no te confundas
Y antes de que varios salgan a decir “Las mujeres también lo hacen”, “Eso es desigualdad, a los hombres también nos pasa”, y otra sarta de… comentarios, les cuento. La violencia vicaria solo se ejerce en mujeres porque es una agresión derivada del machismo y porque es hacia ellas por el simple hecho de ser mujeres.
Para cuando una madre no deja que el papá vea a sus hijos, fuera de que él represente una amenaza para ellos, podría considerarse sustracción de menores, por ejemplo, pero NO violencia vicaria porque no es algo sistemático.
Plan maquiavélico
Regresando al tema, no siempre que el padre se queda con los hijos, los trata bien. Él sabe que al dañarlos física o psicológicamente, la madre sufrirá aún más pues ni los tiene con ella, ni puede hacer algo para evitar que sean agredidos. Este es el maquiavélico objetivo de los agresores.
La lucha sigue
Ahora, dentro de toda esta oscuridad, empieza a verse un pequeño rayo de luz. Esto, gracias a que la lucha realizada por diferentes colectivos de mujeres y madres, ha permitido que la violencia vicaria tenga más visibilidad en la sociedad. De igual manera, las autoridades ya no pueden argumentar que como el agresor es papá de los niños, tiene derecho a llevárselos.
¿Se imaginan no recibir apoyo de quien se supone está para velar por la seguridad de las familias? Así de lamentable es el calvario por el que han pasado cientos de madres día con día.
Y aunque ha sido una pelea lenta, estos frentes han logrado que en 9 entidades federativas ya sea reconocida la Ley Vicaria, siendo la Ciudad de México la última en añadirse a la lista.
La lucha sigue, pero no es necesario esperar que haya cambios exponenciales a nivel legislativo. Si conoces a alguien que es víctima de violencia vicaria, o eres tú quien la sufre, no dudes en pedir ayuda, porque recuerda, siempre habrá alguien que esté de tu lado.