Este lunes 14 de abril, la celebración por el campeonato nacional de fútbol americano universitario en la Casa Blanca tuvo un giro inesperado que convirtió al vicepresidente de Estados Unidos (EU), JD Vance, en el centro de atención.
Lo que prometía ser una jornada solemne y festiva, con la presencia del presidente Donald Trump y el equipo campeón Ohio State, terminó marcada por un peculiar accidente protagonizado por el propio Vance.
El trofeo se desarmó en plena ceremonia en la Casa Blanca
En los momentos finales del evento, cuando todo el equipo de los Buckeyes y los funcionarios del gobierno posaban para la tradicional foto conmemorativa, JD Vance tomó el trofeo de campeones para compartir la toma. Sin embargo, al levantarlo, el objeto se rompió en pleno acto, frente a todos los presentes y las cámaras.
¿Qué pasó amiguito?
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) April 15, 2025
Sin querer queriendo, el vicepresidente de #EU, JD Vance, rompió el trofeo de campeones de futbol americano universitario de Ohio State, frente a todo el equipo durante la visita a la #CasaBlanca https://t.co/axwViHZ5gY pic.twitter.com/vlrBUWtLq1
El silencio inicial dio paso rápidamente a un coro de exclamaciones, algunas carcajadas, y, según testigos, una mirada fulminante del presidente Trump hacia su vicepresidente. Vance, oriundo del estado de Ohio —el mismo del equipo campeón—, recogió con rapidez la base del trofeo junto con algunos jugadores y la colocó nuevamente en su sitio, intentando restar dramatismo a lo ocurrido.
Historia destrás del trofeo
Ohio State conquistó el título nacional tras imponerse a Notre Dame con un marcador de 34-23, consolidando su lugar como una de las potencias del fútbol americano universitario. El trofeo ha sido tradicionalmente parte de las visitas a la Casa Blanca desde hace décadas, siendo tratado con especial cuidado por su valor simbólico y material.
Aunque el trofeo fue ensamblado nuevamente sin mayores consecuencias físicas, el momento quedó grabado en la memoria de todos los asistentes como una anécdota curiosa en medio de una ceremonia formal.