La salida del titular de la Fiscalía General de la República (FGR) coincidió con una revelación explosiva: la existencia de una supuesta red criminal en la que aparecen nombres de personajes cercanos a Morena. De acuerdo con un expediente en poder de Fuerza Informativa Azteca, autoridades federales intervinieron —con orden judicial— los teléfonos de Jacobo Reyes León, señalado como uno de los líderes de esta organización delictiva dedicada al contrabando de combustible, tráfico de armas y drogas.
Entre las conversaciones interceptadas aparece una llamada del 10 de febrero de 2025. En ella, Reyes León le cuenta a un hombre identificado como “Tony” que tuvo un altercado con el hijo de un senador, quien buscaba que lo “ayudaran” a resolver el problema. En la charla, Jacobo asegura haber recibido una llamada del entonces coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, quien le habría reclamado: “¿Qué pasó, Jacobo?” y le pidió atender al legislador involucrado.
Llamadas que apuntan a favores políticos en Morena
En esa misma conversación, el presunto delincuente comenta que las presiones le molestaron porque —según él— el apoyo lo brindó únicamente por su “compadre”, Raúl Rocha Cantú, dueño de Miss Universo, también señalado por la FGR como integrante de esta red. Jacobo habría dicho: “No soy su gato… les hice el favor por mi compadre Raúl… pero aguantar a esos juniors está de la fregada.”
Otro nombre que aparece en las intervenciones es el de Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación. En una llamada del 12 de diciembre de 2024, Reyes León comenta que la nueva fiscal de la Ciudad de México sería hermana de Alcalde. También menciona que buscarían a un personaje llamado “Gallegos”, quien supuestamente tendría buena relación con la funcionaria.
¿Quién es Jacobo Reyes León?
Jacobo Reyes León, alias “El Yeicob” o “El Licenciado”, es identificado por la FGR como una pieza clave en un grupo criminal dedicado al ordeña de combustible, tráfico de armas y narcóticos. Las grabaciones muestran que Jacobo se movía entre presuntos favores políticos, contactos de alto nivel y conflictos entre hijos de funcionarios.
Aunque el caso aún está en revisión, las filtraciones ponen bajo la lupa a figuras públicas que, según las llamadas, estaban al tanto o involucradas en intentos de “arreglar” problemas ajenos. Todo ocurre mientras la FGR enfrenta un relevo en su titularidad, lo que añade tensión y dudas sobre el rumbo de la investigación.