A tres días de la toma de la presa Yuribia por habitantes de Tatahuicapan, la escasez de agua potable en Coatzacoalcos, Veracruz se agravó, obligando a cientos de familias a recurrir a manantiales para abastecerse.

En colonias de la ciudad, la desesperación se ha hecho evidente. Marco Gómez, vecino afectado, explicó que la única opción es acarrear agua de manantiales: “No queda de otra más que acarrear, no sabemos cuándo vayan a abrir el Yuribia”.

Otros ciudadanos, como Eleazar, relataron que esta situación se repite cada año y que ahora deben usar triciclos para transportar agua, mientras que Carlos César reconoció que en su hogar ya no había líquido ni para el baño: “En la moto vengo a acarrear y en la casa lo estoy llenando en un tambo”.

Venta de agua potable se dispara 200% en Veracruz

La emergencia también incrementó en un 200% la venta de agua potable, confirmaron comerciantes locales. Sin embargo, señalaron que no han aumentado los precios en solidaridad con la población.

Ángel, comerciante, detalló: “El costo de agua a domicilio sigue siendo de 20 pesos y el llenado de garrafones en 13 pesos. Esperemos que la situación no se prolongue, porque también nos afecta a nosotros”.

Aun con el esfuerzo de los vendedores, recordaron que en años anteriores la desesperación de la gente provocó que incluso bajaran agua de los vehículos repartidores.

Autoridades intervienen en el conflicto de la presa Yuribia

Los habitantes de Tatahuicapan cerraron el acueducto desde el pasado domingo, argumentando el incumplimiento de una obra hidráulica. Sin embargo, autoridades municipales de Coatzacoalcos aseguraron que los compromisos sí se han cumplido.

Desde el Gobierno del Estado se informó que la presa no puede seguir siendo rehén de intereses particulares, pues el cierre afecta a casi medio millón de personas del sur de Veracruz. Funcionarios estatales adelantaron que en breve deberán liberar el acueducto para restablecer el suministro, sin embargo sigue cerrada.

La problemática con la presa Yuribia no es nueva. Habitantes de Coatzacoalcos y municipios vecinos recuerdan que cada temporada de estiaje o conflicto político en Tatahuicapan termina en la suspensión del servicio. Mientras tanto, las familias continúan sufriendo la falta de agua en sus hogares, improvisando métodos para sobrevivir a una crisis que ya se volvió recurrente.