Cuando una persona toma medicamentos y acude al baño para realizar sus necesidades, pocas veces piensa en los efectos de las aguas negras en la naturaleza. Desafortunadamente, un estudio revela que al tomar pastillas para tratar la ansiedad, estos residuos afectan al ciclo migratorio del salmón.
Un estudio científico publicado en la revista especializada Science el 10 de abril de 2025, revela que el clobazam, una sustancia comúnmente encontrada en aguas residuales, altera el comportamiento natural de los salmones jóvenes en su viaje hacia el mar abierto.
Este medicamento, perteneciente a la familia de las benzodiazepinas y utilizado para tratar epilepsia y trastornos de ansiedad en humanos, afecta el sistema nervioso central y, debido a la semejanza en la neurología de peces y mamíferos, también impacta a estas especies acuáticas, según explicó el doctor Christopher C. Caudill, profesor en la Universidad de Idaho a la cadena estadounidense CNN, quien no participó en el estudio.
¿Qué causa el clobazam a la migración de los salmones?
El equipo liderado por el doctor Marcus Michelangeli, de la Universidad Griffith en Australia, siguió a más de 700 salmones jóvenes durante toda su migración río-mar en un río natural de Suecia. El equipo utilizó implantes que liberan dosis reales de clobazam y tramadol, otro medicamento detectado frecuentemente en ríos, observaron que los salmones expuestos a clobazam llegaban al mar Báltico en mayor número y con mayor rapidez, superando obstáculos peligrosos como represas y rápidos.
¿Cuál es el riesgo de la contaminación del agua y el salmón?
Sin embargo, esta aparente ventaja oculta un problema grave: bajo la influencia de clobazam, los salmones mostraron una menor respuesta al miedo, separándose más del grupo incluso frente a depredadores, lo cual podría aumentar su vulnerabilidad una vez en el océano.
Además, aunque su paso por las represas fue hasta ocho veces más rápido, esta conducta podría exponerlos a mayores riesgos mortales en su transición al agua salada, poniendo en peligro su supervivencia a largo plazo.
“La transición del agua dulce al agua salada es uno de los momentos más peligrosos en la vida del salmón, ya que se encuentra con muchos depredadores nuevos en el océano”, señaló Caudill.