El volcán Shiveluch, ubicado en Kamchatka, al oriente de Rusia, se está convirtiendo en una amenaza para el país, ya que en los últimos días se reportó extremadamente activo, alertando sobre una posible erupción.
El equipo que monitorea al volcán Shiveluch informó desde el pasado domingo que hay un crecimiento del domo de lava, una fuerte actividad de fumarolas, incandescencia del domo, explosiones y avalanchas calientes.
“Explosiones de ceniza de hasta 10-15 kilómetros (9.32 millas)podrían ocurrir en cualquier momento. La actividad en curso podría afectar a las aeronaves internacionales y de bajo vuelo”, advirtieron los expertos en Rusia.
Alexei Ozerov, director del Instituto de Vulcanología y Sismología dijo que la cúpula del volcán estaba muy caliente, una señal clara de que pronto podría hacer erupción.
“Por la noche, el domo brilla en casi toda su superficie. Avalanchas calientes con una temperatura de 1000 grados centígrados (1,832°F) ruedan por las laderas, descienden flujos piroclásticos. Este estado del domo se observa, por regla general, antes de una poderosa erupción paroxística”.
El volcán Shiveluch, situado en la península de Kamchatka(Rusia más oriental) entró en erupción ayer. Es uno de los mayores volcanes activos de la zona habiendo entrado en erupción más de 60 veces en los últimos 10.000 años. El Kliuchevskoi también está dando signos de actividad pic.twitter.com/37lVXvdNKX
— 🏳️🌈Rubén López 🇪🇸 (@rubenlodi) November 24, 2022
Shiveluch es uno de los volcanes más grandes de Rusia
Shiveluch, uno de los volcanes más grandes de Kamchatka con una cumbre que alcanza los 3 mil 283 metros es también uno de los más activos de la península, con un estimado de 60 erupciones importantes en los últimos 10 mil años.
La última erupción más poderosa del volcán tuvo lugar en 2007, según la NASA.
Kamchatka es el hogar de 29 volcanes activos, parte de un vasto cinturón de la Tierra conocido como el “Anillo de Fuego” que rodea el Océano Pacífico y es propenso a erupciones y terremotos frecuentes.
La mayoría de los volcanes de la península están rodeados de bosques y tundra escasamente poblados, por lo que representan un riesgo mínimo para la población que vive en Rusia, pero las grandes erupciones pueden arrojar vidrio, rocas y cenizas al cielo, amenazando a los aviones que pasan.