Es común que, cuando se trata de ejemplares en peligro de extinción o en zoológicos, los especialistas busquen que dichos animales se apareen para que tengan descendencia. Lo inusual es que esto ocurriera con un caracol en Nueva Zelanda y hasta pidan ayuda del público para encontrarle pareja.

Se trata del caracol Ned, sí, en referencia al personaje zurdo Ned Flanders de Los Simpson, ya que tiene una condición genética muy extraña. Cuando casi todos los caracoles tienen las espirales de su concha hacia la derecha, las de Ned están hacia la izquierda, algo que sólo sucede una vez en cada 40 mil caracoles.

¿Cómo encontraron al caracol en Nueva Zelanda?

Giselle Clarkson, una ilustradora quien encontró a Ned en su jardín en la comunidad de Wairarapa, al norte de Wellington, halló al caracol cuando estaba sacando una planta y este cayó en la tierra. “Estaba a punto de recogerlo y tirarlo a un lado, cuando me di cuenta de lo que tenía”, declaró la también escritora a la cadena CNN.

El caracol Ned ahora está en una pecera en la casa de Clarkson, quien trabaja en la revista New Zealand Geographic y conocía de dicha anomalía genética debido a su labor.

Con ayuda de la revista, invitan a las personas de Nueva Zelanda con el fin de que se dediquen a observar a los caracoles en sus jardines y puedan encontrar otro ejemplar con las espirales hacia la izquierda.

“Pero si encuentras un (caracol) con espirales a la izquierda, revísalo media docena de veces, mételo en un recipiente con lo que estuviera comiendo y escríbenos. Luego sal y cómprate un billete de lotería; como Ned, eres una leyenda, y estás a punto de hacer muy feliz a un caracol solitario”, menciona la publicación neozelandesa.

¿Cómo es la reproducción de los caracoles?

La mayoría de los caracoles son hermafroditas, es decir, poseen órganos reproductores tanto femeninos como masculinos. No obstante, requieren de otro caracol para reproducirse.

Cada uno de estos caracoles posee dardos en sus sistemas reproductores, que lanzan hacia su pareja durante el apareamiento. Esta clase de dardos miden una quinta parte de la longitud del cuerpo del caracol y ello ayuda a suministrar hormonas a la pareja para aumentar la probabilidad de paternidad.

En el apareamiento, el esperma entra en la bolsa de la cópula. Las hormonas suministradas ayudan a que los espermatozoides escapen de la bolsa para llegar a la cámara de fecundación, explica el Museo Carnegie de Historia Natural.