El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su amenaza y elevó al 50 % los aranceles sobre las importaciones provenientes de India, una decisión que ha generado un efecto dominó en el tablero geopolítico internacional. La medida, que duplica el 25 % ya impuesto semanas atrás, afecta directamente a uno de los socios comerciales más relevantes para Washington y amenaza con encarecer los precios para consumidores y empresas en el mercado estadounidense.

El gobierno de Trump justificó esta política señalando que India debe ser castigada por seguir comprando petróleo ruso, lo que en opinión de la Casa Blanca contribuye al financiamiento de la guerra en Ucrania. Sin embargo, la decisión no solo agudiza tensiones comerciales, sino que también abre una ventana inesperada para el acercamiento entre India y China, potencias con un historial de enfrentamientos militares y rivalidad estratégica.

Impacto económico y político en EU e India

El incremento de los aranceles está repercutiendo en la economía estadounidense. Empresas importadoras y consumidores enfrentan mayores costos, mientras que analistas advierten de un enfriamiento en el mercado laboral. Para India, el golpe económico es significativo, pero la respuesta no se ha hecho esperar: Nueva Delhi acusó a Trump de imponer sanciones injustas y advirtió posibles represalias comerciales.

Lo que más preocupa en Washington es que este desencuentro acelere un realineamiento diplomático de India con Beijing, justo en un momento en que EU había invertido años en estrechar lazos estratégicos y militares con la mayor democracia del mundo como contrapeso a la creciente influencia de China en el Indo-Pacífico.

India y China: de la confrontación al acercamiento gracias a Trump

La imposición de aranceles del 50 % coincidió con un anuncio diplomático de gran simbolismo: por primera vez desde 2018, el primer ministro indio, Narendra Modi, viaja a China para reunirse con el presidente Xi Jinping en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).

El encuentro, que también reunirá a líderes de Rusia, Pakistán, Irán y Asia Central, refleja un intento de priorizar la estabilidad económica frente a las tensiones históricas. Cabe recordar que en 2020, soldados indios y chinos protagonizaron un brutal enfrentamiento cuerpo a cuerpo en su frontera himalaya. Hoy, bajo presión económica, las dos potencias parecen explorar un terreno común.

El riesgo para la estrategia de Estados Unidos

Los analistas coinciden en que las políticas de Trump, centradas en la doctrina “America First”, están generando un efecto secundario no previsto: empujar a India hacia una relación más estrecha con Beijing. Según Manoj Kewalramani, investigador del Indopacífico en la Institución Takshashila, la presión estadounidense “infundió cierta urgencia” en el giro de Nueva Delhi hacia el deshielo con China, aunque no es el único factor.

Durante años, EU buscó fortalecer su alianza con India mediante transferencias tecnológicas y ejercicios militares conjuntos. Sin embargo, la imposición de sanciones comerciales podría erosionar esta relación estratégica y dar espacio a China para consolidar una nueva esfera de influencia en Asia.