La Cámara de Diputados fue escenario de un tenso intercambio este jueves, cuando la diputada suplente del PAN, María Elena Pérez-Jaén, encaró a la legisladora morenista Hilda Araceli Brown Figueredo y le pidió separarse de su cargo para atender las acusaciones que enfrenta en Estados Unidos.
Así fue el altercado entre María Elena Pérez-Jaén y Hilda Brown
Pérez-Jaén acudió al recinto para ratificar su solicitud de juicio político contra Adán Augusto López, coordinador de los senadores de Morena, y al salir se encontró con Brown. En ese contexto, le reclamó que debía pedir licencia, lo que desató la atención inmediata de los medios de comunicación presentes.
—“¿Por qué no solicita licencia?”
La diputada de Morena, aseguró que continuará con sus funciones legislativas y defendió su derecho a seguir en el cargo:
—“No tengo por qué solicitar licencia. El que nada debe, nada teme”.
¿De qué acusan a Hilda Brown?
El nombre de Hilda Brown se encuentra en la lista de personas sancionadas por el gobierno de Estados Unidos bajo la Orden Ejecutiva 14059, que congela todos sus bienes e intereses en ese país y prohíbe a ciudadanos o empresas estadounidenses establecer cualquier vínculo financiero con ella.
La medida se derivó de acusaciones que la relacionan con “La Mayiza”, una célula vinculada al Cártel de Sinaloa en Baja California. En las últimas semanas y con un comunicado del Departamento del Tesoro, se conoció que la entonces alcaldesa de Rosarito habría facilitado la operación de esta red criminal al permitir que sus dirigentes colocaran aliados en puestos estratégicos del gobierno municipal.
Presuntas actividades de Hilda Brown vinculadas a cártel
Un informe de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) indica que Hilda Brown presuntamente habría tenido un papel directo en la consolidación de un grupo delictivo.
Entre las acciones que se le atribuyen se encuentran la recaudación de pagos de extorsión, el apoyo logístico a las operaciones del cártel y la supuesta protección brindada mediante el Departamento de Seguridad Pública de Rosarito, lo que habría convertido a la policía local en un escudo de la organización criminal.