Según los reportes de la NASA, el cometa 3I/ATLAS es un cometa interestelar, lo que significa que no pertenece a nuestro Sistema Solar. Es un viajero cósmico que ha llegado desde el espacio profundo de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y solo está de paso por nuestro vecindario solar.

El cometa está moviéndose cerca de la órbita de Marte, entre la Tierra y el Sol. Actualmente se encuentra en la constelación de Virgo.

¿Cuáles son las características de este cometa?

Los científicos creen que el 3I/Atlas podría ser incluso más antiguo que nuestro propio Sistema Solar, formado hace miles de millones de años en un entorno químico diferente.

La letra "I" en su nombre significa "Interestelar". Esto confirma que el objeto no está ligado gravitacionalmente a nuestro Sol, sino que proviene de un lugar fuera de nuestro Sistema Solar y solo está de paso.

Su composición es de cuerpo helado y rocoso que, al acercarse al Sol, sublima gases y polvo, creando una coma (atmósfera) y una cola.

La trayectoria de este cometa es hiperbólica, esto significa que está viajando tan rápido que la gravedad del Sol no puede capturarlo. Simplemente dará una vuelta y abandonará el Sistema Solar.

¿Qué pasará cuando toque el sol?

Aunque a menudo se usa la expresión "tocar el Sol", el cometa 3I/ATLAS en realidad no impacta contra nuestra estrella. Simplemente se aproxima mucho a ella, un punto conocido como perihelio.

El cometa se encuentra pasando por su punto más cercano al Sol (perihelio) alrededor de este 29 y 30 de octubre de 2025. Esta cercanía activa violentamente sus gases y polvo.

¿El cometa 3I/Atlas podría dañar a la tierra?

La NASA y la comunidad astronómica internacional han sido claras: el cometa no representa ningún riesgo para el planeta Tierra.

En su máximo acercamiento a la Tierra (que ocurre alrededor del 19 de diciembre de 2025), el cometa pasará a una distancia de aproximadamente 270 millones de kilómetros, una distancia segura.

¿Se podrá ver el 3I/ATLAS?

La visibilidad del 3I/ATLAS ha sido limitada. Debido a su lejanía y a que se acerca a la zona de la eclíptica cerca del Sol, no es visible a simple vista.

Para verlo, se necesita un telescopio o acudir a un observatorio astronómico especializado.

Varias plataformas de astronomía, universidades y observatorios han estado siguiendo y transmitiendo su trayectoria en tiempo real (a través de mapas de localización y cámaras de telescopios profesionales) para que la comunidad científica y el público puedan seguir su recorrido.

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