Un total de 287 trabajadores y exempleados de la NASA firmaron una carta en critícan los recientes cambios implementados por la Administración del presidente Donald Trump, los cuales calificaron como “rápidos y derrochadores”. El documento, titulado “La Declaración Voyager”, fue dirigido a Sean Duffy, el nuevo administrador interino de la agencia espacial, designado por Trump el pasado 10 de julio. ¿Qué dice la carta de los científicos?

La misiva, publicada en la plataforma Stand Up for Science, expone una crítica frontal a los recortes presupuestales y de personal, además de denunciar un giro en las prioridades científicas de la agencia. Más de 150 firmas se mantuvieron anónimas por temor a represalias, mientras que otras 130 se hicieron públicas como muestra de apoyo abierto al mensaje.

Recortes millonarios y despidos en la NASA

De acuerdo con los firmantes, uno de los puntos más alarmantes es la propuesta de reducir en 6 mil millones de dólares el presupuesto de la NASA para el año fiscal 2026. Esto implicaría un recorte cercano al 25% del financiamiento anual, y conllevaría consecuencias operativas graves.

En marzo, la agencia también anunció la salida de su científica jefe, Katherine Calvin, una figura clave en las misiones de investigación ambiental y climática. Este movimiento, sumado a otros despidos y cancelaciones de proyectos, ha generado un clima de incertidumbre interna que los firmantes describen como una “cultura del silencio” sin precedentes en los últimos veinte años.

Científicos de la NASA denuncian cambio de enfoque: de la ciencia a la exploración humana

La carta también denuncia que, bajo el nuevo liderazgo impulsado por Trump, la NASA estaría reorientando sus esfuerzos hacia las misiones de exploración humana, dejando de lado la investigación científica y ambiental. Este giro, además de estar en desacuerdo con los planes previos aprobados por el Congreso, incluiría la cancelación de proyectos con financiamiento vigente y la salida de colaboraciones internacionales. Los firmantes afirman que esta transición se está llevando a cabo sin justificación técnica y con un fuerte trasfondo ideológico.

Estas críticas se suman a una serie de controversias sobre la manera en que Donald Trump, en su segundo mandato presidencial, ha intervenido en instituciones clave de ciencia y tecnología. Las decisiones tomadas en 2025 han provocado preocupación no solo entre científicos, sino también entre legisladores que ven en estos cambios una amenaza para el liderazgo espacial y científico de Estados Unidos.