En la alcaldía La Magdalena Contreras en la Ciudad de México (CDMX), vecinos de la colonia Pueblo de San Bernabé Ocotepec se encuentran en una zona de peligro debido al riesgo de un colapso de un inmueble que alberga seis departamentos, después del deslave de una barranca de la zona.

Familias están al borde de un colapso en la Magdalena Contreras

El predio afectado se encuentra ubicado en la esquina de la avenida San Bernabé y la calle Dalias, donde el terreno cedió a raíz del taponamiento del drenaje de aguas negras.

De acuerdo con los habitantes, la acumulación de agua de lluvia provocó que la mitad de un parque y la parte trasera de la vivienda se desplomaran hacia la barranca, dejando la construcción en condiciones de vulnerabilidad.

Ante el temor de un colapso mayor, los residentes de tres departamentos ya decidieron mudarse de su hogar por seguridad, mientras que el resto de los habitantes permanece en constante vigilancia.

La preocupación crece no solo por el estado del edificio, sino también porque un puente vehicular cercano comenzó a separarse a consecuencia del deslave.

Los vecinos señalaron que este lunes 25 de agosto personal de la demarcación acudirá para iniciar los trabajos correspondientes en el lugar, con el fin de mitigar el riesgo y atender las afectaciones.

Mientras tanto, la incertidumbre predomina entre quienes habitan la zona, quienes temen que las lluvias continúen agravando la situación.

¿Por qué se inunda la CDMX?

Cada temporada de lluvias en la Ciudad de México (CDMX) parece ser peor que la anterior, las imágenes de calles convertidas en ríos y viviendas bajo el agua se repiten año con año, y aunque muchos atribuyen la responsabilidad únicamente a las tormentas o al hábito ciudadano de arrojar basura en la calle, la realidad de las inundaciones es mucho más compleja.

La historia geográfica de la ciudad explica gran parte del problema, ya que fue edificada en la parte más baja de un área cerrada, una especie de “olla” donde toda el agua que cae en las montañas desciende por gravedad y se acumula en las zonas planas.

Desde el siglo XVI se intentaron distintas soluciones: primero, canales, luego presas, y finalmente, en 1975, el Sistema de Drenaje Profundo, que aún hoy ayuda a evitar inundaciones catastróficas.

Sin embargo, estas obras se complementaban con humedales que funcionaban como vasos reguladores naturales, espacios capaces de retener grandes volúmenes de agua. El error fue secarlos y sustituirlos por desarrollos urbanos.