El Hospital General Enrique Cabrera, perteneciente al programa IMSS-Bienestar, enfrenta una severa crisis por la falta de medicamentos, insumos básicos y equipo en condiciones deplorables. Pacientes y personal denuncian un desabasto crítico que afecta servicios esenciales, desde antibióticos hasta insumos de limpieza, así como el deterioro de instalaciones hospitalarias. Esta situación genera un impacto alarmante en la calidad de atención y la seguridad de quienes dependen del centro médico.

Falta de medicamentos y consumibles en el Hospital General Enrique Cabrera

El Hospital General Enrique Cabrera, parte del IMSS-Bienestar, vive una preocupante escasez de medicamentos y materiales básicos para el funcionamiento diario. Según testimonios anónimos del personal, “no hay consumibles, no hay rayos X completos, no hay medicamentos antibióticos”, lo que pone en riesgo la atención médica de cientos de pacientes.

¿Atención como en Dinamarca? En especial, la farmacia representa un punto crítico donde pacientes y enfermeros tienen que luchar para conseguir incluso un solo medicamento. Una paciente comenta frustrada: “Yo entiendo que necesito la hoja, pero con que me hubieras dicho eso, no me hubiera tomado la molestia de ir allá y de ir allá y nada más me ibas a dar un medicamento”.

Desabasto de insumos para limpieza y mantenimiento en el IMSS-Bienestar

¡Los problemas no terminan en los medicamentos! Las áreas de limpieza y mantenimiento también enfrentan carencias severas. Otro personal hospitalario revela: “En cuestión de lavandería, pues no tenemos cloro, jabón, no hay abasto de ropa. Nosotros no contamos desde hace dos años con fondo revolvente, por lo cual no tenemos dinero para hacer las compras de refacciones”.

Esta escasez tiene consecuencias visibles para pacientes y trabajadores, ya que “los baños destinados para los pacientes están rayados y clausurados por falta de agua”, y los lavabos carecen de grifos y llaves. A esto se suman problemas en los baños del personal, que carecen de regaderas, cerraduras y presentan paredes con hoyos y sin canceles.

Condiciones deplorables y abandono visible en la salud de México

El Hospital General Enrique Cabrera dispone únicamente de una ambulancia que presenta fallas mecánicas graves: “El estribo trasero se cayó, entonces tiene una venda ahí como remedio casero. No tiene direccionales, ni altas, ni bajas, ni intermitentes, lo que pone en riesgo la seguridad del turno nocturno”, describe un trabajador.

Aunque el IMSS-Bienestar contrató una empresa externa para reforzar los traslados de urgencia, esto tampoco es suficiente. El personal refiere: “La empresa llega, pero hay veces que no se da abasto para realizar los traslados. Incluso tuve que regresar con un paciente porque la ambulancia hacía ruidos raros”.

En el exterior del hospital, aún quedan vestigios de camas rotas, respaldos inutilizables y piezas apiladas, símbolos mudos de la precariedad que vive esta institución. La acumulación de deficiencias en medicamentos, insumos, infraestructura y transporte representa un duro golpe para la salud pública y atención urgente.