La devastación generada por el temporal que azotó el centro y el norte del país (que afectó fuertemente a Veracruz) en los últimos días ha puesto en entredicho las declaraciones oficiales que aseguran que el desastre fue imposible de anticipar.
El temporal en Veracruz fue anticipado por Conagua; alertó sobre lluvias intensas y riesgos de inundaciones
La evidencia disponible indica lo contrario, pues el pronóstico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya advertía, con una antelación de cuarenta y ocho horas, sobre la inminente llegada de precipitaciones que alcanzarían niveles torrenciales.
Estas lluvias estaban previstas para concentrarse entre el miércoles y el jueves de esa semana, afectando directamente al norte de Veracruz, así como a los estados de Hidalgo, Puebla y algunas zonas de Tamaulipas, marcando esta región como la principal área de riesgo.
¿En #Veracruz falló el pronóstico o falló la reacción de la autoridad? 🧐
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 14, 2025
El miércoles 8 la mañana del jueves 09 de octubre, a la 1 de la tarde, Conagua pronosticó lluvias extraordinarias en Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí.
Lluvias superiores a los 250… pic.twitter.com/FzlaTKbR51
La alarma no se limitó a las lluvias. Los avisos incluían la inminente llegada de dos posibles sistemas ciclónicos: uno sobre el Océano Pacífico, que posteriormente se convirtió en la tormenta tropical “Raymond”, y otro sistema en la península de Yucatán, el cual fue el causante directo de la catástrofe.
Las presas operaban a máxima capacidad, aumentando la vulnerabilidad de la región
A esto se sumaba un factor de riesgo crítico: varias de las presas de la región ya se encontraban operando a su máxima capacidad. En específico, la advertencia destacaba que el temporal impactaría con mayor fuerza el norte y centro del estado de Veracruz, con una extensión de la amenaza hacia Hidalgo y Puebla.
#EnLaMañanera | La presidenta @Claudiashein confirmó que hasta el momento son 72 las personas #fallecidas por las intensas #lluvias en cinco estados del país, tal como lo muestra el micrositio que el Gobierno Federal ha establecido para dar seguimiento a las afectaciones… pic.twitter.com/oUfuxRtgOP
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 17, 2025
Se enfatizó de manera clara la posibilidad de aludes de tierra, el peligroso aumento en el nivel de los caudales de ríos y arroyos, la consecuente salida del cauce de estos cuerpos de agua y las inundaciones en las partes bajas del territorio.
Fue precisamente lo que se materializó entre el jueves y el viernes pasados. Una cantidad desmesurada de agua se precipitó desde la Sierra Madre Oriental y la zona de la Huasteca, desbordando embalses, arroyos y ríos, y arrasando todo a su paso.
El infierno en #Veracruz
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El río Cazones se desbordó con una furia de 4.85 metros de altura, arrastrando un tráiler de seis toneladas que se impactó contra las casas de la colonia Nueva Esperanza.
La corriente usó este camión como arma y terminó destrozando hogares.
Familias… pic.twitter.com/DPdsQQch0g
La magnitud del desastre era predecible, ya que el año 2025 se ha caracterizado por registrar la temporada de lluvia más copiosa de los años recientes. Los cuerpos fluviales ya operaban a su capacidad límite, mientras que los mantos freáticos estaban completamente saturados, lo que había provocado el debilitamiento de los cerros circundantes debido a la gran acumulación de agua durante todo el año.
La respuesta gubernamental: ineficaz a pesar de las advertencias previas
Las circunstancias evidencian que el fenómeno que desencadenó la destrucción no fue un suceso imprevisto. Con las pruebas que demuestran una serie de advertencias claras y oportunas sobre la inestabilidad del terreno, el nivel de las presas y la intensidad del temporal, la tragedia era una posibilidad anticipada.
Leticia García, checadora de autobuses en #PozaRica, murió tras ser arrastrada por la corriente.
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Un día antes había celebrado su cumpleaños con su familia.https://t.co/e3JWuwz9Hk pic.twitter.com/gDIai3fBTm
Esto sugiere que, ante la crisis, la respuesta gubernamental fue ineficaz, pues el gobierno federal no dispuso, no quiso o careció de los medios necesarios para hacer frente a la magnitud de la emergencia.