La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se encuentra nuevamente en el centro de la polémica tras su decisión de atraer un caso fiscal de FEMSA, empresa que había ganado un juicio al Servicio de Administración Tributaria (SAT) por 2,800 millones de pesos.

Caso FEMSA: ¿Por qué cambió de decisión la Corte?

En un principio, el pleno de la SCJN rechazó atraer el caso por ocho votos contra uno, durante la sesión pública del 6 de noviembre.

Sin embargo, apenas siete días después, la ministra Lenia Batres impulsó nuevamente el tema, alegando el monto en disputa. Esta acción provocó una nueva votación, en la que seis de los nueve ministros cambiaron de opinión, decidiendo finalmente atraer el caso.

Especialistas consideran que este tipo de cambios abruptos son inusuales y generan incertidumbre para los contribuyentes.

“Algo que nunca habíamos visto en México, esta situación genera inseguridad plena; los fallos que tenemos a nuestro favor pueden ser revertidos en cualquier momento por criterios como estos” narró Jorge Álvarez Banderas, investigador en temas fiscales.

¿Riesgos para la seguridad jurídica?

Para expertos, la actuación de la Corte no solo es irregular, sino que también atentaría contra la seguridad jurídica, ya que las decisiones parecen responder más a intereses políticos que a criterios estrictamente legales.

“Estos impartidores de justicia obedecen a quien los puso en una lista para ser electos; hay un interés particular en revertir un asunto que ya había perdido la Secretaría de Hacienda” agregó Álvarez Banderas.

Ahora bien, el caso de FEMSA ha despertado preocupación porque, según analistas, refleja un patrón en el que la Corte actúa de manera acorde a intereses externos, en lugar de garantizar certeza jurídica.

Lejos de construir estabilidad, los fallos recientes podrían percibirse como decisiones “salomónicas” que buscan satisfacer al régimen en turno, generando desconfianza entre inversionistas y contribuyentes.

No es de extrañar que este tipo de situaciones ocurran en la SCJN, especialmente tras la polémica reforma judicial, donde varios de los ministros elegidos tienen afinidad política con el partido en el poder.