El pasado sábado, cientos de personas salieron a las calles de la Ciudad de México (CDMX) para exigir un alto a la violencia que atraviesa el país durante la llamada marcha de la generación Z.

Pero en vez de que sus voces fueran escuchadas, estas fueron calladas. Los reclamos ignorados; eso sí, no faltó el uso excesivo de la fuerza por parte de quienes, en teoría, deberían protegernos.

Acusan uso excesivo de la fuerza: jóvenes detenidos tras la marcha de la generación Z

La protesta buscaba visibilizar la crisis de inseguridad que se vive a nivel nacional, acusando al régimen morenista de convertir al país en un narcoestado.

Pero los enfrentamientos escalaron a otro nivel, donde autoridades buscan que varios de los detenidos sean investigados por delitos como tentativa de homicidio, señalando que algunos grupos habrían actuado como provocadores.

Sin embargo, videos muestran como policías lanzaron piedras, gas lacrimógeno y polvo químico de extintor en las calles aledañas al Centro Histórico.

Asistentes afirman que se trató de un ataque intencionado, y que hubo personas lesionadas, entre ellas mujeres que fueron arrastradas, o jóvenes que recibieron pedradas en la cabeza.

Colectivos presentes en denunciaron también que elementos policiales intentaron en repetidas ocasiones impedir el trabajo de la prensa, bloqueando grabaciones y obstaculizando el acceso de fotógrafos y reporteros.

Medios internacionales evidencian la represión vivida en CDMX

La trifulca llamó la atención de medios internacionales, que publicaron notas sobre lo ocurrido en la capital mexicana, destacando el contraste entre un gobierno que históricamente se ha identificado con causas sociales, pero que no dudó ni un segundo en ejercer la violencia contra los manifestantes.

Las imágenes de personas heridas, gases lacrimógenos en el Centro Histórico y detenciones violentas generaron un debate sobre la libertad que el régimen intenta silenciar.

Mientras tanto, organizaciones civiles anunciaron que seguirán documentando los hechos para presentar quejas ante la Comisión de Derechos Humanos, porque no es posible que un gobierno use toda la fuerza contra el pueblo que le dio los votos.