La confirmación de un caso de rabia humana en una joven de 17 años en Zacatecas ha encendido las alarmas de salud pública. Este lamentable suceso no es un hecho aislado, sino que se inscribe en un patrón de resurgimiento de la enfermedad en México, mostrando que la rabia ha evolucionado y ya no se limita a la transmisión por perros y gatos.

¿Qué es la rabia y cómo se transmite?

La rabia es una enfermedad viral que afecta el sistema nervioso central de casi todos los mamíferos. Es causada por el virus de la rabia (RABV), que se transmite principalmente a través del contacto directo con la saliva de animales infectados, generalmente por medio de mordeduras o heridas en la piel.

A pesar de ser 100% prevenible con atención médica adecuada y oportuna, la rabia es casi 100% mortal una vez que aparecen los síntomas. En los humanos, los síntomas iniciales pueden tardar de uno a tres meses en aparecer (en el 60% de los casos), aunque el período de incubación puede variar de tres días hasta dos años.

La prevención: un llamado urgente a la población para evitar la rabia

Ante el resurgimiento de la rabia en México, las autoridades de salud hacen un llamado urgente a la población para que, en caso de cualquier mordedura o rasguño de un animal silvestre, se acuda de inmediato a un centro de salud. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una medida de prevención clave es no tocar ni adoptar fauna silvestre. También se recomienda:

  • Mantener la vacunación de perros, gatos y hurones al día.
  • Esterilizar a las mascotas para evitar animales callejeros que no reciben atención o vacunas.
  • En caso de mordedura, lavar la herida inmediatamente con agua y jabón.

La vacunación masiva de animales domésticos, especialmente perros y gatos, sigue siendo la medida más efectiva para prevenir y controlar la rabia. El reforzamiento de estas acciones, junto con la vigilancia epidemiológica, es vital para evitar nuevos brotes en el país.

La rabia ya no solo es cosa de perros y gatos en México

Durante décadas, México logró un control casi total de la rabia transmitida por perros, una hazaña que le valió el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019 por haber eliminado la rabia transmitida por perros como problema de salud pública. De hecho, los casos en personas disminuyeron drásticamente, pasando de 69 en 1990 (62 de ellos causados por perros) a solo uno en 2003 y dos en 2005.

Sin embargo, en los últimos años, el virus ha reaparecido, con una particularidad: las fuentes de contagio han cambiado:

  • Desde 2006 no se registraban contagios de rabia humana transmitida por perros o gatos. En 2022 y 2023, se confirmaron casos en Oaxaca tras mordeduras de murciélago, incluso en pacientes pediátricos.
  • En 2024, dos personas resultaron infectadas: una en Quintana Roo y otra en Michoacán, ambos casos asociados a mordeduras de gato.
  • El caso confirmado en Zacatecas en 2025 se convierte en un nuevo punto de atención para reforzar las campañas de prevención.

Esta nueva realidad epidemiológica muestra que la fauna silvestre, como murciélagos, coyotes, zorros, zorrillos y mapaches, también puede ser reservorio y transmisor del virus.