La industria ganadera en México enfrenta pérdidas diarias de 230 millones de pesos debido a la propagación del gusano barrenador, una plaga que afecta gravemente al ganado. La falta de apoyo y recortes presupuestales al Senasica han debilitado la capacidad de control sanitario, provocando el cierre de la frontera con Estados Unidos para el ganado mexicano por segunda vez en el año.

Productores y líderes ganaderos denuncian la desatención del gobierno federal, que ha reducido en 43% el presupuesto destinado a sanidad animal desde 2018, afectando la economía y la exportación del sector.

Pérdidas millonarias en la ganadería por el gusano barrenador

La industria ganadera mexicana está sufriendo un duro golpe económico con pérdidas diarias que alcanzan los 230 millones de pesos debido al avance del gusano barrenador, una plaga que afecta la salud y productividad del ganado.

Jaime, ganadero de Chihuahua, denuncia que “se pudo prever, en el gobierno no nos apoyaron nada, con nada, no hicieron nada para detener lo del gusano. En esto los perjudicados somos nosotros el Productor”.

Recortes presupuestales y falta de apoyo a Senasica

Desde 2018, el presupuesto para el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha sido reducido en un 43%, quitándole mil 451 millones de pesos entre 2018 y 2025, lo que ha debilitado la capacidad de respuesta ante esta contingencia. Rogelio Soto, presidente de la Unión Ganadera de Durango, señala que “Senasica en los últimos años ha sido desmantelada, no tiene personal, no tiene presupuesto aún en esta contingencia”.

Por segunda vez en el año, Estados Unidos cerró la frontera al ganado mexicano debido a la incapacidad de Senasica para controlar el avance del gusano barrenador.

Rogelio Pérez, director de la Asociación Mexicana de Productores de Carne, advierte que “cuando vemos que hay una afectación estamos pegándole al tema del ganado, estamos pegándole a la exportación de ganado, pero también tenemos una afectación porque esto nos está provocando restricciones en la movilización”.

La falta de inversión y la desatención gubernamental han convertido un problema sanitario en una crisis económica para los ganaderos mexicanos, quienes exigen soluciones inmediatas para proteger su producción y el comercio internacional.