Imagina esto: un murciélago muerde a una vaca. Días después, el animal empieza a actuar extraño y muere. Lo más alarmante es que esa enfermedad, la rabia, puede contagiarse a las personas y, una vez que hay síntomas, es 100% mortal. No es una exageración, es la advertencia oficial del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), la máxima autoridad sanitaria de México, para vigilar al ganado.

La rabia es un riesgo silencioso pero real en el campo. Por eso, en Fuerza Informativa Azteca (FIA) hemos creado esta guía clara y directa para que sepas reconocer las señales, entiendas cómo se transmite y, lo más importante, sepas qué hacer para mantenerte a salvo.

¿Mi vaca actúa raro? Señales de rabia que no puedes ignorar en el ganado

La rabia ataca el cerebro, por eso los cambios de comportamiento son la primera señal. Según los expertos de SENASICA, un productor debe poner atención inmediata si un animal:

  • Se aísla del rebaño o se muestra inusualmente nervioso o deprimido.
  • Babea en exceso, con una saliva espesa y a veces espumosa.
  • Camina como si estuviera borracho, con paso torpe y vacilante.
  • Le cuesta mantenerse en pie, mostrando una debilidad que empieza en las patas traseras.

Esta parálisis progresiva es tan característica que en México se le conoce popularmente como “derriengue”. Ver a un animal “derrengado” es una de las señales más claras y graves. Es decir, si se observa al que el animal está extremadamente débil o lastimado de la espalda, las caderas o las patas traseras, al punto de que apenas puede moverse o mantenerse en pie, es una clara señal de alarma.

¿Cómo se contagia la rabia al ganado? El rol clave del murciélago vampiro

La vía de contagio más común hacia el ganado es la mordedura del murciélago vampiro (Desmodus rotundus), que porta el virus en su saliva. Al morder a la vaca para alimentarse, le inyecta la enfermedad.

Pero aquí viene el punto más crítico para las personas, un riesgo que la Secretaría de Salud subraya constantemente: el contagio a humanos ocurre al manipular a un animal enfermo. Si la saliva infectada del bovino entra en contacto con una herida en tu piel, o con tus ojos o boca, el virus puede entrar a tu cuerpo.

“Creo que mi animal tiene rabia”, ¿qué hago ahora?

Si tienes la más mínima sospecha, el protocolo oficial es muy claro y está diseñado para salvar vidas. Sigue estos dos pasos al pie de la letra:

  • NO TOCAR AL ANIMAL. Por tu seguridad y la de tu familia, no lo manipules. Ni vivo ni muerto. El riesgo de contagio es altísimo. Si puedes, aíslalo, pero siempre manteniendo una distancia segura.
  • REPORTAR DE INMEDIATO. Llama a tu médico veterinario de confianza o directamente a la oficina de la SADER o al Comité de Fomento y Protección Pecuaria de tu estado.

Recuerda, solo el personal oficial está capacitado para tomar las muestras de forma segura y enviarlas a los laboratorios de SENASICA, donde se confirma la enfermedad con pruebas de alta precisión como la PCR.