La promesa del cambio y la creación de una nueva historia para Nicaragua, se inauguró en 2007 con la llegada del sandinista opositor a la dictadura de Anastasio Somoza: Daniel Ortega .
Un guerrillero que proclamaba discursos emotivos y defendía al pueblo nicaragüense de las injusticias, pero más tardó en llegar, que en convertirse en la nueva cara de aquello que juraba destruir: el totalitarismo autoritario.
El orteguismo se ha caracterizado, entre otros males, por no dar cabida a la diferencia, por acallar disidentes y establecer las detenciones como una medida de escarmiento social para los nicaragüenses, dejando claro que solo hay “libertad” para los aplaudidores del régimen.
“Es la realización de un sueño demencial, en el que uno manda, nadie piensa, todos caminan siempre en fila, todos obedecen hasta la muerte, todos dicen siempre sí.”
Los hundidos y los salvados, Primo Levi.
Se estima que desde mayo de 2021 al día de hoy, existen al menos 190 presos políticos, la mayoría se encuentran en la prisión “El Chipote” bajo condiciones insalubres y completo aislamiento, donde no les es permitido ni siquiera mantener una biblia. ¿La razón? Resulta obvia y perversa, no les está permitido tener ninguna clase de esperanza, hasta ese grado Daniel Ortega quiere infringir poder sobre sus opositores.
Un claro ejemplo es el del pre candidato opositor, Felix Maradiega, quien fue capturado (previo a las elecciones presidenciales) en junio de 2021 y condenado a 13 años de prisión por “traición a la patria”, producto de las argucias constitucionales de Ortega.
“Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo.”
Voltaire
En julio de 2022, el diario La Prensa de Nicaragua, dio a conocer que la persecución del régimen de Ortega arreció contra el personal del diario y obligó a que periodistas, editores, fotógrafos y otro personal tuviera que abandonar en estado de urgencia el país, para salvaguardar su seguridad y libertad.
Este viernes 19 de agosto fue declarado en arresto domiciliario el obispo Rolando Álvarez en la Diócesis de Matagalpa. ¿La razón? Fuerte crítico del orteguismo.
“Así como de la noche nace el claro del día, de la opresión nace la libertad.”
Benito Pérez Galdós
Pareciera imparable la ferocidad de Daniel Ortega por eliminar la diferencia y mantenerse en el poder, pero se le olvida que fue el pueblo quien creyó en sus promesas y lo eligió como mandatario, y que así como un día él luchó por remover un régimen injusto, al día de hoy existen millones de nicaragüenses capaces de luchar por una Nicaragua libre.
Libera a los clérigos que critican tu régimen, Daniel, libera a tus opositores políticos, libera a quienes se manifiestan por estar en desacuerdo con tu gobierno, libera a los millones de nicaragüenses que por miedo no pueden expresar su desgracia.
Libéralos, Daniel Ortega.