Comprender por qué hay terremotos en Alaska requiere observar su posición dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, una extensa franja que se extiende desde América del Sur hasta Asia, bordeando el océano Pacífico. Esta zona, famosa por su alta actividad sísmica y volcánica, incluye también a Alaska, cuya geografía tectónica la convierte en un punto crítico para la generación de sismos.

La frecuencia de terremotos en Alaska se debe a la interacción entre la Placa del Pacífico y la Placa Norteamericana, cuyas colisiones y deslizamientos generan acumulación de energía bajo la superficie terrestre. Esta energía, al liberarse, provoca los temblores que con frecuencia afectan la región.

¿Por qué tiembla en Alaska?

En el sur de Alaska ocurre un proceso conocido como subducción tectónica, donde la Placa del Pacífico se desliza por debajo de la Placa Norteamericana. Esta interacción crea una fricción constante que puede mantenerse por largos periodos antes de liberarse en forma de terremotos, algunos de gran magnitud.

La conocida falla de Alaska-Aleutianas es el resultado de esta actividad tectónica. Esta falla inversa ha sido responsable de algunos de los movimientos sísmicos más potentes registrados en el estado.

¿El sismo de hoy 16 de julio en Alaska ha sido el más fuerte?

Este miércoles 16 de julio de 2025, se produjo un terremoto de magnitud 7,3 frente a las costas del sur de Alaska. El epicentro fue ubicado a unos 87 kilómetros al sur de Sand Point, a una profundidad de 20,1 km. Aunque en un principio se activó una alerta de tsunami, esta fue cancelada posteriormente por las autoridades.

Este evento afectó principalmente a la península de Alaska, las islas Aleutianas y áreas cercanas a la isla de Kodiak. A pesar de su intensidad, no se registraron víctimas mortales ni daños estructurales graves, gracias a que la región cuenta con construcciones resistentes y a la baja densidad poblacional en las zonas afectadas.

No obstante, este no ha sido el terremoto más fuerte en la historia de Alaska. El sismo más intenso ocurrió el 27 de marzo de 1964, con una magnitud de 9,2, conocido como el “Terremoto del Viernes Santo”, considerado el más fuerte en Norteamérica y el segundo más potente del mundo.

Protocolos de emergencias en Alaska

Las zonas costeras y volcánicas, por su proximidad al océano, están bajo vigilancia permanente por el riesgo de tsunamis asociados a terremotos de gran magnitud.

A pesar de los desafíos, el desarrollo de infraestructura y los protocolos de alerta temprana han permitido a Alaska responder eficazmente a emergencias como la del 16 de julio.