La justicia de Reino Unido dictó sentencia por un acto de vandalismo que conmocionó a todo un país. Daniel Graham, de 39 años, y Adam Carruthers, de 32, fueron condenados en el tribunal de Newcastle a cuatro años y tres meses de cárcel por talar el icónico “Sycamore Gap Tree”, conocido mundialmente como el "Árbol de Robin Hood”, famoso por aparecer en 1991 en la película “Robin Hood: Príncipe de los Ladrones”.

La jueza, Christina Lambert, subrayó que su acción implicó un “alto grado de planificación” y provocó “estupor” en la sociedad.

El majestuoso arce, de casi 200 años, se encontraba junto al Muro de Adriano, una fortificación romana declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Al caer, el árbol causó daños significativos en la histórica estructura. A día de hoy, los condenados no han ofrecido ninguna explicación coherente sobre el motivo de su crimen.

Una misión inaudita y un trofeo de madera

La noche del 27 de septiembre de 2023, los dos hombres llevaron a cabo lo que el fiscal Richard Wright describió como una “misión estúpida” contra el "Árbol de Robin Hood”.

Armados con una motosierra, condujeron hasta un aparcamiento cercano y caminaron durante 20 minutos en la oscuridad hasta llegar al solitario árbol. Allí, mientras uno de ellos cortaba el tronco, el otro lo grababa con su teléfono móvil.

El video, enviado posteriormente entre ellos, se convirtió en una prueba clave. No contentos con la destrucción, se llevaron un trozo del tronco como trofeo. La fiscalía estimó los daños causados en un mínimo de 458 mil libras (unos 11 millones 508 mil 711 pesos mexicanos), sin contar el incalculable valor cultural y sentimental. El acto fue deliberado, planificado y ejecutado con una precisión que descartaba cualquier impulso espontáneo.

La excusa de que estaban ebrios para vandalizar el "Árbol de Robin Hood”, ofrecida por uno de ellos, fue desestimada por las autoridades.

“Era solo un árbol": la frialdad de los culpables

Durante el juicio en mayo, la declaración de Adam Carruthers evidenció la incomprensión de la sociedad hacia su acto. Al ser preguntado por la conmoción nacional, respondió con frialdad: “era solo un árbol”. Esta frase contrastó brutalmente con la tristeza generalizada y el sentimiento de pérdida expresado por miles de personas.

Los dos hombres irán a prisión, ambos nunca ofrecieron una razón, dejando que la única explicación fuera la de su propio video: un acto de destrucción sin sentido y grabado en la oscuridad.