Las playas del noreste de México, específicamente en Matamoros, Tamaulipas, se han visto afectadas por un evento sin precedentes: la llegada de fragmentos del cohete Starship, desarrollado por SpaceX, la empresa de Elon Musk. Pero, ¿cómo es que restos de un cohete lanzado en Estados Unidos terminaron en costas mexicanas?
La explosión del Starship y su impacto en playas de México
Todo comenzó con el noveno lanzamiento experimental del cohete Starship desde la plataforma de lanzamiento ubicada en Boca Chica, Texas, a solo 3 kilómetros de la frontera con México. Luego del despegue, se separó el propulsor y en su regreso a la atmósfera terrestre, este sufrió una explosión, desintegrándose en cientos de pedazos que cayeron en el Golfo de México.
Algunos de estos restos, impulsados por las corrientes marinas y las olas, llegaron hasta la playa Bagdad en Matamoros, generando preocupación entre ambientalistas y autoridades locales.
¿Qué tipo de desechos llegaron a las playas?
Entre los residuos encontrados hay fragmentos de caucho, plástico, silicona, aluminio, tanques de enfriamiento y envases utilizados en el lanzamiento. Si bien los equipos de limpieza ya han retirado los desechos más grandes, el principal problema ahora es la micro basura espacial, partículas pequeñas que han quedado esparcidas en los más de 40 kilómetros de costa.
Un peligro para la fauna marina
El impacto ambiental es significativo, especialmente porque en esta zona anida la tortuga Lora, una especie en peligro de extinción. De hecho, se tenía prevista la liberación de 10,000 crías, pero la presencia de residuos pone en riesgo su supervivencia. Las tortugas podrían confundir los fragmentos de basura con alimento, lo que representa un peligro mortal para estos animales.
A pesar del incidente, los lanzamientos de prueba del programa Starship continúan. Elon Musk y SpaceX mantienen su objetivo de llevar humanos a Marte, pero este tipo de pruebas fallidas están dejando una huella ambiental que traspasa fronteras.