Así funcionan los narcodrones y narcominas, los mortales explosivos del CJNG y el Cártel de Sinaloa

La situación con el crimen organizado en México es grave, no solo por su extensa amplitud en todo el territorio, sino por el armamento que pueden cargar en sus respectivas confrontaciones. Más allá del grueso calibre en muchas de sus armas, cada vez aumentan más los ataques con narcodrones y narcominas, dignas de cualquier organismo militar.

El narcotráfico mexicano no solo innova en la distribución de drogas, sino también en la utilización de tecnología para sembrar este tipo de terror. Incluso, grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa tienen células especializadas que se enfocan en la operación y adaptación de dichos narcodrones y narcominas.

Aunque parezca sacada de un diccionario militar, no hay otra forma de describir a los narcodrones . Se trata de dispositivos aéreos no tripulados (drones) modificados para transportar explosivos. Estos equipos, que originalmente son utilizados para grabación o entrega de objetos, son adaptados por los cárteles para cargar explosivos como C4 o granadas.

1. Equipamiento: Los cárteles adaptan los drones con sistemas de liberación remota que permiten soltar los explosivos sobre un objetivo específico y de forma veloz.
2. Ataques dirigidos: Estos dispositivos son utilizados principalmente contra fuerzas de seguridad o grupos rivales, debido a su capacidad para evadir sistemas de vigilancia terrestre.
3. Ventajas tácticas: Su tamaño compacto y velocidad los hacen difíciles de detectar, convirtiéndolos en una herramienta eficaz para ataques sorpresa.

Los narcodrones han sido documentados en estados como Michoacán y Guanajuato, donde el CJNG ha utilizado estas armas para controlar territorios disputados y atacar a sus adversarios de forma diversa y lejana; sin embargo, en Sinaloa también han habido reportes de este tipo de artefactos.

Por otro lado, las narcominas son explosivos terrestres ocultos, similares a minas antipersonales . Estas armas son colocadas estratégicamente en caminos o terrenos donde las fuerzas de seguridad o grupos rivales suelen transitar. Básicamente, son trampas mortales colocadas en una zona de guerra.

1. Diseño artesanal: Suelen estar hechas con explosivos caseros o industriales combinados con metralla para maximizar el daño.
2. Sistemas de activación: Pueden activarse mediante presión, láseres o controles remotos, lo que las hace extremadamente peligrosas.
3. Propósito: Su objetivo es causar bajas masivas, generar miedo y obstaculizar las operaciones de las fuerzas del orden.

En estados como Jalisco y Zacatecas, las narcominas han sido descubiertas en zonas rurales donde los cárteles buscan evitar el ingreso de autoridades o grupos enemigos.

El uso de estas armas ha generado una escalada en la violencia y nuevos desafíos para las fuerzas de seguridad. El gobierno mexicano ha implementado operativos para desactivar narcominas y ha incrementado la vigilancia aérea para detectar narcodrones; sin embargo, al estar enfocados en conflictos internos o entre grupos, su presencia es casi inevitable.

El uso de estos explosivos representa una peligrosa evolución en el arsenal de los cárteles mexicanos. Estas herramientas no solo aumentan su capacidad para desafiar a las fuerzas de seguridad, sino que también ponen en riesgo a la población civil por su extenso alcance y sin dejar mucho rastro.