Militares desplegados en el municipio de Tepalcatepec, Michoacán , fueron emboscados este jueves 29 de febrero con ‘narcodrones’ y minas por presuntos integrantes de un cártel delictivo; el ataque dejó como saldo al menos 4 soldados muertos y varios heridos en la zona.
Fuentes militares confirmaron la agresión y añadieron que los hechos ocurrieron cuando los soldados transitaban por un camino rural entre las poblaciones de El Montoso y el Terrenatillo, instante en que al pasar su convoy estallaron varias ‘narcominas’.
En cuestión de segundos, los uniformados fueron agredidos con disparos de arma de fuego de alto poder y con ‘ narcodrones ', lo que originó la muerte de cuatro militares y aproximadamente nueve lesionados de gravedad, quienes fueron trasladados de urgencia a un hospital de la región.
🚨#URGENTE | Reportan emboscada de convoy militar en Tepalcatepec, #Michoacán, mientras recorrían una brecha.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) February 29, 2024
Según informes, los delincuentes utilizaron drones. Hay al menos cuatro soldados sin vida y nueve lesionados. pic.twitter.com/XYsZjQdAsr
Esta acción se da en un territorio que es disputado por los cárteles de “El Abuelo”, encabezado presuntamente por José Farías Álvarez, en alianza con “Los Caballeros Templarios”, contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según confirmaron los mandos castrenses.
Ataque con drones desplaza a miles de familias en Michoacán
Los ataques con drones son cada vez más comunes en algunas regiones de Michoacán, donde el asedio del crimen organizado ha orillado a miles de familias a abandonar el estado.
En Apatzingán, uno de los municipios más afectados, las familias de las comunidades de Las Bateas, Llano Grande, El Alcalde y Tepetate han recurrido a refugios en templos y escuelas para evitar ser víctima de estas agresiones que se reflejan en las puertas, techos y ventanas de las viviendas.
Algunos afectados narraron recientemente a Fuerza Informativa Azteca que, durante las noches, los explosivos caen sobre los techos, causando daños irreversibles entre la población.
“Muy difícil, para varias familias, sufrimos ahora sí que la inseguridad y el miedo de que tus hijos y todo, los vecinos nos ayudamos porque escuchamos balazos y de los balazos venían los ‘dronazos’”, relató Briseida Betancourt, una de las desplazadas.