Un video difundido en redes sociales generó alarma este fin de semana: un joven fue captado aferrado al parabrisas de un vehículo en movimiento en la autopista Acayucan-Isla, en el sur de Veracruz. Sin embargo, no se trató de un intento de robo ni de un asaltante, como se especuló en un principio.

El joven fue identificado como Gustavo Adrián Pérez Gutiérrez, de 28 años, originario del ejido La Esperanza, en Cosoleacaque. De acuerdo con su familia, Gustavo padece esquizofrenia, y ese día se encontraba buscando un “ride” para volver a casa cuando, en medio de un episodio de desesperación, se lanzó sobre un auto que circulaba por la carretera.

Más adelante, el conductor de un tráiler se detuvo al notar la situación y le ofreció ayuda. Afortunadamente, Gustavo ya se encuentra en su hogar, estable y bajo el cuidado de sus familiares.

La familia aclara que su hijo no es un ladrón

La rápida difusión del video generó interpretaciones erróneas, incluso algunos lo señalaron como posible ladrón de carretera. Por ello, sus familiares han hecho un llamado a no compartir información falsa ni revictimizar a personas que viven con trastornos mentales.

También recalcaron que Gustavo no representa un peligro, y que lo sucedido fue una manifestación momentánea de su condición, no una conducta agresiva o intencional.

¿Qué es la esquizofrenia y cómo se trata?

La esquizofrenia es un trastorno mental severo que afecta la forma en la que una persona percibe la realidad, piensa y se comporta. Puede incluir alucinaciones, delirios, alteraciones en el pensamiento, ansiedad o aislamiento social. Aunque no tiene cura, es posible llevar una vida estable con el tratamiento adecuado.

El tratamiento suele incluir:

  • Medicamentos antipsicóticos, para reducir los síntomas
  • Terapia psicológica, especialmente cognitivo-conductual
  • Red de apoyo familiar, que es clave para el seguimiento
  • Programas de rehabilitación psicosocial

Un diagnóstico temprano, junto con empatía y comprensión del entorno, puede hacer una enorme diferencia en la calidad de vida de quienes la padecen. Lo más importante es romper el estigma y fomentar la educación sobre salud mental en todos los niveles sociales.