El imponente volcán de Colima fue testigo de un misterioso fenómeno astronómico la madrugada del lunes 21 de julio de 2025, cuando cuatro destellos rojos que iluminaron repentinamente el cielo. Este extraño avistamiento, que ha capturado la atención de expertos y entusiastas, fue documentado en imágenes por el Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos, generando especulación sobre su origen.
¡Un evento insólito! Según el Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos, estas luces fugaces, observadas exactamente a las 03:44 horas, corresponden a un evento conocido como “Duendes Rojos” o “red sprites”, un espectáculo natural poco común que se forma en las capas superiores de la atmósfera.
¿Qué son los “Duendes Rojos” o “Red Sprites”?
Los “Duendes Rojos” o “red sprites” son fenómenos atmosféricos realmente fascinantes, pero también muy elusivos. A diferencia de los relámpagos que vemos durante una tormenta, estos no son rayos convencionales.
Se trata de eventos luminosos transitorios (ELT), es decir, descargas eléctricas que ocurren a una altitud mucho mayor de lo que imaginamos, específicamente en la mesosfera, entre 50 y 90 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Son, en esencia, la respuesta de la atmósfera superior a las poderosas descargas de rayos que ocurren debajo.
''Espectro Rojo sobre el Volcán de Colima''
— Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos (@CUEV_UdeC) July 22, 2025
El día lunes por la madrugada, 21 de julio del 2025, a las 03:44:06 (09:44:06 GMT) pudo ser captado en una de nuestras cámaras de monitoreo volcánico un ''Red Sprite'' o Espectro Rojo. pic.twitter.com/GjAKL9AkhY
¿Por qué son tan difíciles de ver los “Duendes Rojos”?
Ver un Duende Rojo a simple vista desde el suelo es un verdadero desafío. La razón principal es su naturaleza efímera: estos destellos duran solo unos pocos milisegundos y son bastante tenues. Esto los hace prácticamente indetectables para el ojo humano sin ayuda.
Por esta dificultad, los “red sprites” suelen ser captados por cámaras sensibles a la luz o, de manera más espectacular, por astronautas que observan la Tierra desde la Estación Espacial Internacional. El avistamiento sobre el volcán de Colima, gracias a las cámaras del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos, representa una oportunidad única para estudiar y entender mejor estos misteriosos fenómenos luminosos que ocurren sobre nosotros.
Cada avistamiento confirmado ayuda a mapear la frecuencia y distribución de estos eventos, lo que contribuye al estudio de la meteorología espacial y sus posibles impactos en las comunicaciones y sistemas tecnológicos.