La Cámara de Representantes en Estados Unidos dio los primeros pasos para discutir la aplicación de un impuesto a las remesas que envíen al extranjero, lo que afectaría a los migrantes mexicanos que mandan dólares a nuestro país.
¿Qué propone el impuesto a las remesas enviadas desde Estados Unidos?
Esta iniciativa, aprobada por el Comité de Medios y Arbitrios, busca gravar con un 5% a las remesas enviadas al extranjero por personas que no tengan la ciudadanía estadounidense.
El impuesto afectaría a residentes permanentes, titulares de visas temporales y personas en situación migratoria irregular, mientras que los ciudadanos estadounidenses estarían exentos de este gravamen.
El objetivo declarado de la propuesta es recaudar fondos para financiar operaciones de patrullaje y control fronterizo, en línea con otras iniciativas previas que buscaban costear medidas de seguridad en la frontera sur.
Falta aún que sea discutida en el Pleno de la Cámara de Representantes y enviada al Senado para su aprobación. En caso de que sea aprobado, el impuesto sería recaudado por los proveedores de servicios de transferencia de dinero, quienes tendrían la responsabilidad de remitir los fondos al Tesoro estadounidense de manera trimestral.
¿Cuáles son las consecuencias de un impuesto a las remesas de Estados Unidos?
La iniciativa ha generado un amplio rechazo por parte de autoridades mexicanas, expertos y organizaciones de defensa de migrantes. Cabe recordar que México está entre los cinco países que más reciben remesas, de acuerdo con un análisis de ONU Migrantes del año 2024.
El reporte señala que durante 2022, India, México, China, Filipinas y Francia fueron los cinco países que más recibieron remesas en ese año.
Para el año 2023, nuestro país recibió 63.3 mil millones de dólares en remesas, de acuerdo con el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales. El mismo organismo reconoce que este tipo de ingreso ayuda a diversas comunidades en México, especialmente en periodos de estancamiento económico, lo que las volvió “aún más valiosas para los hogares con necesidades de ingresos”.
Actualmente, sólo Oklahoma es el único estado de la Unión Americana que aplica un impuesto a las remesas, el cual es de 5 dólares por envíos de menos de 500 dólares y del 1% en cualquier cantidad mayor de 500 dólares.
No obstante, tanto la propuesta como el impuesto local podrían considerarse como un doble impuesto, el cual puede ser objeto de controversia de acuerdo con la Convención sobre Impuestos firmada entre Estados Unidos y México en 1992. De aprobarse el impuesto, se prevé un impacto directo en el poder adquisitivo de las familias receptoras y en la economía de los países que dependen de estos recursos.