¿Te has dado cuenta de dónde tienes puesto tu refrigerador? Si está justo al lado de la estufa, quizás quieras cambiarlo de lugar. No es solo por cómo se ve tu cocina, sino por algo mucho más importante para tu bolsillo y para que tus aparatos duren más. Descubre por qué este electrodoméstico necesita su propio espacio lejos del calor del hornillo.
¿Por qué el refrigerador no debe estar cerca de la estufa?
De acuerdo con los expertos, cuando un refrigerador está colocado junto a la estufa, el calor que genera eleva la temperatura ambiental alrededor de la nevera. Esto obliga al sistema de refrigeración interno a trabajar con mayor intensidad para extraer ese calor adicional y mantener el interior frío.
La respuesta también puede entenderse con un sencillo ejemplo, imagínate que estás haciendo ejercicio en un cuarto caliente, ¿te cansas más rápido, verdad? Pues a tu refrigerador le pasa lo mismo cuando está pegado a la estufa. El calor que sale hace que la nevera tenga que trabajar más duro para mantenerse frío por dentro. Esto significa que va a consumir más energía eléctrica y, ¡adiós a tus ahorros en la cuenta de la luz!
¡Tómalo en cuenta! Además, la proximidad entre estos electrodomésticos puede aumentar el riesgo de incendios, especialmente si se trata de una estufa de gas con llama abierta.
¿Qué tan cerca puede estar el refrigerador de la estufa? La distancia ideal
La distancia ideal entre el refrigerador y la estufa es de 20 a 60 centímetros. Generalmente, se sugiere mantener al menos 30 centímetros de separación para evitar inconvenientes al utilizar estos aparatos simultáneamente, pero, ¿qué pasa cuándo el espacio es reducido? En este caso, considera colocar una barrera o escudo protector de aislamiento térmico entre los dos aparatos.
Ahora bien, para garantizar una correcta ventilación y evitar sobrecalentamientos, es aconsejable dejar al menos 5 centímetros de espacio en la parte trasera y 15 centímetros en los laterales del refrigerador. También se recomienda dejar unos 15 centímetros en la parte superior para facilitar la disipación del calor generado por el compresor.
