“A lo mejor ya no nos los van a devolver”: Se cumplen 3 años de que padre fue secuestrado por el narco frente a su familia

A tres años del secuestro de Jorge, su esposa sigue sin respuestas. El crimen organizado sigue arrebatando vidas en México, aunque las autoridades lo nieguen.

Por: Jennifer García

Con información de: Roberto Domínguez

En México, la desaparición de personas a manos del crimen organizado es una tragedia cotidiana. Una de esas historias tiene nombre, rostro y una voz que se niega a ser silenciada: la de la esposa de Jorge Armando Cordero Salazar, un hombre de 40 años que fue secuestrado el 27 de septiembre de 2022 en la madrugada, dentro de su casa, frente a sus hijos y familiares.

Desde ese momento, su esposa vive atrapada en un tiempo que no avanza. “Sientes que estás muerta en vida”, declara. “Yo no he descansado desde ese día. Soy la esposa de un desaparecido y nadie ha hecho nada”. Su testimonio es un grito desgarrador que denuncia no solo el secuestro, sino la inoperancia de un sistema de justicia que ha fallado en cada paso.

Así es como la familia de Jorge recuerda su secuestro

A las 5:00 a. m., sujetos armados irrumpieron en el domicilio familiar. La suegra del secuestrado recuerda cómo se despertó al escuchar ruidos, y al asomarse, vio a su yerno hincado, con las manos sujetas, aunque sin señales de violencia física en ese momento. Su hija, desde la planta alta, vio cómo los hombres armados exigían saber en qué trabajaba su esposo —un obrero de maquiladora— y entraron incluso al cuarto donde dormían sus hijos.

“Dijeron que se lo iban a llevar”, relata. Y así fue. Desde entonces, no hay rastro de Jorge Armando.

¿Quién responde por el secuestro de Jorge Armando?

El caso no ha sido resuelto. Tampoco investigado de forma efectiva. La familia asegura que ha acudido a todas las instancias posibles: fiscalías locales, comisiones de búsqueda, dependencias federales, pero la respuesta siempre es la misma: silencio, burocracia e indiferencia.

José Antonio Guevara, del Centro de Investigación sobre Crímenes Atroces, señala que este caso ejemplifica el abandono institucional. “Las autoridades encargadas de prevenir e investigar desapariciones forzadas han sido omisas. Ni se investiga, ni se persigue a los responsables”.

Esta denuncia coincide con la percepción ciudadana en muchas regiones del país. El temor de hablar es común, pero algunas víctimas y sus familias están empezando a alzar la voz: “Muchos callamos por miedo, pero ya no podemos seguir así. No nos van a devolver a los nuestros, pero no podemos guardar silencio”, afirma la esposa de Jorge.

Contraste entre cifras oficiales y realidad cotidiana

A pesar de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador declaró en julio de 2024 que “los secuestros han disminuido un 70%”, los testimonios de víctimas contradicen esas cifras. “Eso es una mentira. Todo sigue igual, no hacen nada”, sentencia la suegra del.

En junio del mismo año, el mandatario aseguró que “nunca antes se había hecho tanto para buscar a desaparecidos”. Sin embargo, el caso de Jorge Armando demuestra que los esfuerzos —si existen— no se traducen en resultados para quienes viven esta tragedia.

El gobierno dice que no pasa nada, pero sí pasa. Pasa todos los días. Vas a preguntar por tu caso y no hay respuesta”, relata la esposa, visiblemente afectada.

Tres años sin respuestas para la familia del secuestrado

Para la familia de Jorge, el tiempo se detuvo desde aquel septiembre. “Ese día no comió, no durmió, estaba agotado… así se lo llevaron, y no volvió. Vivo con miedo, porque esto le puede pasar a cualquiera, a cualquier hora. No solo pasa en casas, también en las calles. Tengo hijos, y cada día temo que no regresen de la escuela”.

Esta experiencia no es única. Miles de familias en México enfrentan la misma ausencia, dolor e incertidumbre, agravadas por la falta de justicia y la percepción generalizada de que nadie los protege.

Otras Noticias

×
×
Inklusion
Loading