Un gigante desconocido en la Ciudad de México, oculto entre la calle de Apartado y República de Bolivia. El Museo Numismático Nacional es guardián de la memoria colectiva del pueblo mexicano, es un testigo de la producción de medallas y monedas en nuestro territorio por más de 488 años.
En 1848, la Casa de Moneda de México se instala en el recinto de Apartado, que inició operaciones en 1850, y que a pesar de haber cerrado sus puertas en 1992, sigue encendiendo su maquinaría para las personas que lo visitan. El Museo Numismático Nacional abre sus puertas al público con recorridos para conocer las instalaciones que dejaron de ser áreas administrativas y productivas para cobrar un sentido expositivo.
En el proceso de convertirse en un museo, el inmueble ha explorado nuevos modos de ser y se ha adaptada a ellos. En los últimos años resulta un espacio para el análisis y el conocimiento tanto de la numismática, que es el estudio de monedas y medallas, así como la memoria colectiva de los trabajadores y punto de vinculación con la historia industrial de la primer Casa de Moneda del Continente.
El Museo Numismático Nacional es un recinto con mucho que contarnos sobre nuestra identidad cultural y en ello sobre nosotros mismos. En él se presenta la otra cara de nuestras monedas y medallas, invitándonos a realizar un viaje a través de la arquitectura, la fabricación e interacción con nuestra historia.
Las monedas y medallas, en su Galería Numismática, son testigos de los cambios que ha vivido nuestro territorio desde sus inicios, los gobernantes, las guerras, los principios y valores de cada época, incluso la presente. Metales mismos que a la mirada se convierten en los espejos de nuestros recuerdos, de nuestros primeros domingos, las monedas en casa con los abuelos, los volados, ese logro que después de un arduo trabajo fue reconocido con una bella medalla, o la rayuela.
El Museo Numismático Nacional de Casa de Moneda de México
Acuñamos todos nuestros productos, pero las monedas y medallas nos marcan de vuelta, pasan por nuestras manos, pero dejan en nosotros y nuestras memorias una indeleble huella. La historia que está impregnada en este espacio es reflejo de todas las personas que participan de la creación de medallas y monedas, el área de producción, quienes se encargaron de hacer los ensayos de su composición metálica.
Así como las personas que la diseñan, y quienes con sudor y trabajo las traen al mundo. Cada rincón del Museo Numismático Nacional es historia viva que nos invita a admirar las máquinas involucradas en el proceso de creación de esas inolvidables medallas y monedas, desde la fundición hasta la acuñación, además de compartir las historias de las manos que las operaron.
En este inmueble con más de 350 años, convergen estilos arquitectónicos de los grandes maestros del siglo XIX, como Lorenzo de la Hidalga o Manuel Tolsá. El último responsable del impactante Salón de Fundición. Joya del Museo que cuenta con tres naves que alcanzan 12 metros de altura. En su gran espacio, las diversas máquinas ponen de relieve las cicatrices, y aromas por sus 150 años de uso a temperaturas por encima de los 40°C, necesarias en la creación de las aleaciones para cada medalla o moneda que se produjo por Casa de Moneda de México de 1850 a 1970 y los metales finos trabajados en este lugar hasta 1992.
Otro espacio que es reconocido por su valor industrial y arquitectónico son las salas de amonedación. Ahí se realizaban las labores de laminación, recocido, ajuste y corte, pesada en balanzas de control, recocido de cospeles, blanqueamiento (lavado y secado), labiado (que sirve de marco en el cospel a la hora de acuñarlo), acuñación y por último, revisión y cuenta. Los cuales son en esencia los pasos que se siguen realizando en la planta de Casa de Moneda de México en San Luis Potosí.
La sala de amonedación evoca el sonido de metales que chocan entre sí, martillos y máquinas en funcionamiento, ruedas y chirridos, como si estuviera habitada por un rumor que emerge desde el silencio, como un eco del bullicio que debió ser el diario acontecer de los trabajadores monederos cuando el hoy Museo se encargaba la producción de la Casa de Moneda de México.
Dentro de esta sala se presenta La Bailarina, una imponente prensa de acuñación de los 1800´s, que aún es capaz de producir medallas, al igual que otras máquinas que al ser encendidas y dan evidencia de su eficiencia y precisión. Ahora ya no son objetos y espacios para el trabajo fabril, sino aceleradores para la construcción de la memoria.
Lo que hace del Museo Numismático un referente de la capacidad innovadora para la producción de medallas y monedas, fueron las mentes de las y los monederos mexicanos (personas que trabajan en la labor de producción de monedas) que por medio de su creatividad adaptaron la maquinaria para darle mayor vida y eficiencia a sus medios de producción. Innovaciones que se presentan como testimonio no sólo de un horizonte industrial, sino también como parte de las historias de vida que conformaron este espacio.
Cuando se deja una huella sobre el suelo, se deja una impronta, es decir, una marca y al igual que en la fotografía, tiene un positivo y un negativo.
Cuando tomas una moneda o medalla, además de un objeto metálico, redondo y plano, ¿te puedes imaginar todo lo que te marca?
Eso que se escapa a la simple vista en una medalla o moneda lo podemos entender como su impronta social y afectiva. Un ejemplo en nuestros días son las medallas de Casa de Moneda de México, productos que puede adquirir la ciudadanía y que cuentan con calidad reconocida internacionalmente por sus diseños.
Desde las piezas trimetálicas, sus medallas de plata con alto detalle como la medalla Piedra de los Soles, hasta la hoy afamada medalla del axolote que forma parte de la Colección de 100 años del Zoológico de Chapultepec, y que estará disponible nuevamente a partir del 15 de agosto.
El Museo Numismático Nacional es un espacio donde confluye la memoria colectiva, el patrimonio fabril nacional y una de las colecciones numismáticas más importantes y únicas del mundo. Te invitamos a vivir todas estas historias y más en este museo, donde se funden historia, valor y arte. La entrada al museo es gratuita, con horarios de Martes a domingo de 10:00 a 14:00 horas.
Al visitarlos puedes, elegir un recorrido libre a través de nuestras instalaciones visitando la Galería Numismática y las áreas abiertas al público y exposiciones temporales, o programar una experiencia guiada, donde conocerás al área de Amonedación y Fundición, para que puedas vivir parte del proceso productivo que se llevó a cabo en la fábrica hasta 1992.
La duración aproximada de los recorridos es de 90 minutos y se ofrecen en dos horarios, 11 y 13 horas, de martes a domingo.
No es necesario agendar cuando son visitas personales y recorridos libres.
Para visitas privadas o de grupos escolares, académicos o universitarios, enviar requerimiento con cuando menos 72 horas de anticipación al correo atencionydifusion@cmm.gob.mx o llamar en horario laboral de lunes a viernes al número telefónico 55117700 (4508 0 4551).