Una familia mexicana, dedicada a crear contenido de viajes, relata una pesadilla que comenzó con la promesa de una vida ideal en un supuesto país europeo. Lo que se les presentó como una oportunidad en la “nación” de Liberland —un territorio entre Croacia y Serbia—, se convirtió en una historia de engaño, extorsión y amenaza.
🥳We celebrate the birthday of our President, @JedlickaVit — the man who dared to plant a flag of freedom and turn it into a living project for all of us.
— LiberlandTV (@TV_Liberland) September 7, 2025
His leadership continues to inspire Liberlanders around the world.
Happy Birthday, Mr. President! 🥂@Liberland_org pic.twitter.com/IAsE4liwCP
La pesadilla comenzó cuando Chris, el padre de familia, se registró en la página web de Liberland, una supuesta nacióncon ideales libertarios y una criptomoneda propia. Tras meses de espera, recibió una llamada del supuesto representante consular en México. Al enterarse de que la familia tenía un blog de viajes, les ofreció un “trabajo de ensueño": vivir en la “nueva nación” y generar contenido para sus redes.
Así fue engañada una familia para vivir en Liberland
El acuerdo era tentador: pasaportes, terrenos, una moneda digital y empleos. Ilusionados, la familia firmó y se preparó para dejar todo atrás. “Yo traía mucho en la mente el crear contenido de este lugar nuevo, Liberland”, comentó Carmina, la madre.
#CDMX | Familia mexicana denunció haber sido víctima de estafa, trata de personas y explotación laboral por parte de funcionarios de #Liberland.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) September 8, 2025
Esta nación que ni siquiera existe, "les prometió" papeles y trabajo. Vendieron todo y hoy sobreviven sin apoyos.
📹 | @laucasillas pic.twitter.com/zpB7diZQMP
Pero al llegar a Europa, la realidad fue muy distinta. En lugar de un país, fueron llevados a un municipio serbio, Apatin, y alojados en una cabaña. Rápidamente descubrieron la verdad: Liberland no es una nación funcional; es un territorio de apenas 7 kilómetros cuadrados, sin infraestructura, que un político checo, Vit Jedlicka, se autoploclamó presidente. En realidad, se trata de una parcela deshabitada que nadie reclamaba. “Jamás nos imaginamos que iba a ser así", expresó Carmina.
De la ilusión de una vida mejor a la explotación en Liberland
Según el relato de la familia, el lugar se comporta como una secta, donde el supuesto presidente y su gabinete los sometieron a jornadas laborales de 20 horas. Cuando se negaron a pagar 20 mil dólares por dos pasaportes, comenzaron a recibir maltratos y amenazas. “Cada mes ocurría una cosa que nos querían asustar; en una ocasión nos aventaron un conejo sin cabeza”, relató Chris.
El miedo fue insoportable. Una noche, con sus dos hijas pequeñas, escaparon de la propiedad. Buscaron ayuda del gobierno mexicano y lograron salir de Serbia. A su regreso, sin dinero y sin apoyo, denunciaron los hechos ante la FGR, que calificó su odisea como estafa, trata de personas y explotación laboral.
Hoy, la familia sobrevive en una pensión en la Ciudad de México. A pesar de haber acudido a diversas instancias, incluida la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAVY), no han recibido el apoyo prometido. “Me choca el pretexto que dicen, no solo es tu caso, le digo espérate, no me importa que tengas 10 mil casos, tienes que atender todos los casos”, señaló Cris, frustrado por la falta de atención.
Se solicitó una entrevista con la oficina de Liberland en México, pero tras varios días, no hubo respuesta. Carmina advierte en sus redes sociales sobre el peligro de este tipo de engaños, destacando que el hecho de que un lugar parezca real en un mapa, no significa que exista.