Trasladarse en transporte público en la Ciudad de México (CDMX) o en cualquier otra zona con una gran cantidad de población puede ser una mala experiencia para los usuarios; además, es común que el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) se pare en los trayectos; ante esto, la UNAM detalló algunas acciones para saber cómo combatir el estrés en el transporte público de la capital.
De acuerdo con un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Fransilvana Callejas Pérez, estudiante del Doctorado en Psicología, realizó un estudio durante la emergencia sanitaria por Covid-19. En este, encontró que el 80% de los usuarios de transporte público tienen un tiempo estimado de entre 60 y hasta 240 minutos en sus recorridos.
Además, destacó que un 18% de quienes viven y trabajan en la CDMX aseguran que siempre o casi siempre experimentan estrés durante los traslados en transporte público.
No hay una relación directa entre el tiempo de traslado y el estrés, pero sí cuando intervienen variables relacionadas con cómo interpretamos y vivimos los riesgos asociados a ese tiempo y la forma en que lo enfrentamos
Sin embargo, la especialista detalló que, al día, se registran poco más de 35 millones de traslados en total tan solo en la capital. Además, aseveró que sí intervienen variables relacionadas al cómo interpretamos y vivimos los riesgos asociados a ese tiempo y la forma en que lo enfrentamos. Esto ocasiona estrés con mayor regularidad.
Incluso refirió que las personas que tienen menos estrés son aquellas que no usan transporte público y, por el contrario, utilizan bicicleta o caminan para trasladarse a sus trabajos o escuelas.
La seguridad, el tiempo, la higiene y la comodidad son algunos de los factores que provocan estrés entre los usuarios de transporte público. Pues algunas personas señalaron que nunca o casi nunca su traslado es seguro y las unidades no están limpias.
¿Cómo combatir el estrés en el transporte público?
Algunas de las acciones para poder combatir el estrés en el transporte público son:
- Usar estrategias de distanciamiento emocional al pensar en otras cosas y distraerse de lo que ocurre en el momento.
- Exposición a estímulos naturales, aun en el celular. Un estudio demostró que una simulación ambiental, en la que se proyectaron imágenes y videos con contenidos naturales, generó pensamientos restauradores y relajantes en 132 pacientes.
Como dato extra, estas son algunas funciones que se han implementado en lugares de naturaleza tensa, como son los hospitales . En estos, se han añadido áreas verdes, jardines terapéuticos o terrazas y pantallas que simulan el cielo o árboles.