El próximo 20 de enero, la historia mundial escribirá un nuevo capítulo con el inicio del segundo mandato de Donald Trump . Dicha noticia ha incrementado la tensión especialmente entre México y Estados Unidos, pues el próximo presidente dice que tomará medidas serias con relación a varios temas, lo que para nada es del agrado de Claudia Sheinbaum.
Tal parece que los cuatro años que Donald Trump estuvo “alejado” de la política, le sirvieron para reflexionar sobre su primer periodo presidencial: sobre lo que debió y no hacer, y sobre lo que pudo mejorar, para ya una vez regresando a la Casa Blanca, porque vaya que no dudó en regresar, continuar con su máxima de hacer grande a América otra vez.
Pero 2025 no es 2017. En esta segunda llegada, Donald Trump se enfrenta a nuevos desafíos, empezando por la crisis por consumo de fentanilo que hay en su país. Tan solo en 2023, el 70% de las muertes por sobredosis fueron por opioides sintéticos y fentanilo, además de que se incautaron de 115 millones de pastillas de este, ese mismo año.
Deportaciones en la era de Trump: Un análisis de las nuevas reglas migratorias
De igual forma, la cuestión migratoria ha cambiado mucho. En el mandato de Trump, las reglas cambiaron, y si bien deportó menos personas que Obama y Bush —Apenas millón y medio, comparadas con las cinco y 10 millones de personas, respectivamente—, las expulsiones fueron más indiscriminadas, es decir, ya no era necesario que los migrantes hubieran cometido un delito para ameritar la deportación, sino que cualquiera podía ser víctima.
Y como en cuatro años no expulsó a tantos, y su narrativa se ha endurecido en contra de los migrantes , planea regresar incluso a familias completas, pero no crean que a sus países, eso será en unos casos, sino seguir con la política de dejarlos en México. Nuestra frontera norte acogería a miles de migrantes de todas las nacionalidades, provocando una peor crisis de seguridad, económica y hasta de sanidad.
Sheinbaum: Desafíos migratorios y la soberanía nacional en México
Ahora, Claudia Sheinbaum tiene de dos, o agachar la cabeza porque sabe que México pierde mucho, ya sea con aranceles, huída de inversionistas e incluso la disolución del TMEC , cosa que también ha contemplado Trump, o continuar con el discurso de soberanía nacional, solo que, ¿hasta dónde le alcanzará?
Por sexenios, ningún presidente ha logrado combatir al narcotráfico en México, ¿qué nos hace pensar que Claudia Sheinbaum lo hará? ¿Los cárteles doblarán las manos así como así? Claro que no. Por otro lado, la situación nacional es incapaz de sostener a miles, no unos cuantos, sino realmente miles de migrantes que serán deportados, así como así de Estados Unidos.
Sin duda, el regreso de un Trump recargado, más la reciente renuncia de Justin Trudeau y la posible llegada del derechista Pierre Poilievre en Canadá, pintan un panorama sombrío y de muchas dudas para el México de Claudia Sheinbaum… y de 120 millones de personas.
