La historia de Guillermo Chin ha generado sorpresa y orgullo en todo el país al tratarse de un joven campechano, de orígenes mayas y que ha salido de su pequeña comunidad en Bethania, Campeche, para cumplir su sueño de colaborar en la NASA estudiando la atmósfera de una de las 80 lunas de Saturno.
Es por eso que nos acercamos a la comunidad que vio crecer a Guillermo, para platicar con ese pilar que hoy habla de él con tanto orgullo, hablamos de su familia.
“Pues desde muy pequeño a él siempre le ha gustado la escuela, en su infancia él decía yo quiero ser científico y pues su sueño se está haciendo realidad”, dijo María Casimira Canché, mamá de Guillermo.
Guillermo cumplió su sueño, este campechano trabaja en la NASA
Con la venta de pozol y la intención de dar lo mejor para sus hijos, la familia de Guillermo demuestra una sencillez que sin duda lo impulsaron a perseguir las estrellas.
“Yo me acuerdo que desde muy pequeño nuestros padres tuvieron que trabajar y él era quien me cuidaba y ayudaba con las tareas de la escuela y yo siempre que .tenia una duda de algo yo no acudía con mamá y papá, si no con él”, explica su herana Merly Yesenia Chin.
“Es un orgullo para mi mi hermano porque ha logrado todo lo que quiso”, agregó su hermano Isaí Gilberto.
Guillermo Chin alcanzó sus sueños
Con una infancia marcada por la lucha de salir adelante, la madre y hermanos de Guillermo saben lo importante de perseguir los sueños a pesar de los sacrificios, es por eso que desde casa le envían todo su apoyo.
“Me dio un poco de tristeza porque si ahorita casi no lo veo imagínese cuando el se vaya para allá, lo voy a ver menos tiempo, pero el me platica y me dice, no mamá, si yo trabajo allá voy a tener más dinero y voy a poder venir a verte porque si ahora no puedo, es por el dinero”, señala María Casimira Canché, mamá de Guillermo.
Agrega su hermana: “Pues yo me siento muy contenta al saber que él está logrando sus sueños, todo lo que él soñaba ya lo está cumpliendo y yo me siento muy feliz al verlo a él que ya se puede superar”.
La tranquila comunidad de Bethania vio crecer a Guillermo y aunque su familia sigue con su vida en esta tierra, saben que él, por muy lejos que esté no dejará de mirar sus raíces en las estrellas.