¿Cuáles son los focos rojos en una relación de pareja? El caso de Mariana

En México 1 de cada 3 adolescentes viven violencia en sus primeras relaciones de pareja, es importante conocer los focos rojos para no permitirlo.

Por: Lucero Rodríguez

La violencia en el noviazgo es un problema social grave que afecta a muchas jóvenes, como Mariana, quien desde muy temprana edad fue víctima de abuso en una relación prohibida. Su historia ilustra cómo la violencia puede comenzar de manera “sutil” y escalar hasta convertirse en un ciclo destructivo. Aquí te contamos cómo comienza la violencia en las relaciones y qué señales de alerta pueden indicar que algo está mal.

¿Cómo comienza la violencia en una relación sentimental?

La violencia en el noviazgo a menudo inicia con agresiones verbales y psicológicas. En el caso de Mariana, su pareja comenzó a insultarla a ella y a su familia, manipulándola para que se distanciara de sus seres queridos. Estas acciones son comunes en relaciones abusivas, donde el agresor busca controlar y aislar a su pareja.

A medida que la relación avanza, el abuso puede escalarse a violencia física. Mariana sufrió una patada en la cara y fue golpeada repetidamente, lo que es un ejemplo de cómo la violencia puede volverse más intensa con el tiempo.

Señales de alerta en una relación sentimental

Existen varios “focos rojos” que familiares y amigos pueden detectar para identificar si una relación está siendo abusiva:

  • Humillación pública: Si el novio humilla a su pareja delante de otros.
  • Control sobre la vestimenta o actividades: Si el novio no le gusta cómo se viste o le pide que cambie su forma de ser.
  • Solicitudes de información personal: Pedir contraseñas de celulares o correos electrónicos.
  • Cambios radicales en el comportamiento: Si la persona cambia drásticamente su forma de ser o se vuelve ansiosa al interactuar con su pareja.

1 de cada 3 adolescentes experimenta violencia en sus primeras relaciones

En México, una de cada tres adolescentes experimenta violencia en sus primeras relaciones, y siete de cada diez mujeres han vivido situaciones de violencia a lo largo de sus vidas. La violencia en el noviazgo no solo afecta la salud física y mental de las víctimas, sino que también puede perpetuarse en relaciones futuras si no se aborda adecuadamente.

Mariana logró escapar de su relación abusiva y hoy busca sanar. Su historia sirve como un llamado a la acción para que las jóvenes reconozcan las señales de alerta y busquen ayuda al primer signo de abuso. Como ella misma dijo, “al primer insulto hacia ti o hacia tu familia, huye porque va a terminar mal”.

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