Donald Trump, en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos ha desatado una guerra comercial global al anunciar nuevos impuestos a las importaciones, causando caídas en bolsas y devaluaciones de monedas.

Aunque luego otorgó una tregua de 90 días y redujo impuestos al 10%, el daño estaba hecho. La Unión Europea, Corea del Sur y Japón optaron por negociar, pero China se resistió.

Trump respondió con un impuesto del 145% a productos chinos, provocando nuevamente caídas en mercados y devaluaciones, incluyendo el dólar. Esta situación amenaza con una posible recesión mundial